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Estados Unidos no tiene pruebas de la participación de Libia en el secuestro del avión de la Pan Am

Estados Unidos no tiene, de momento, pruebas de que el régimen libio haya estado implicado en el secuestro del avión de la Pan Am en Karachi, según señaló anoche el portavoz de la Casa Blanca, Larry Speakes, quien calificó el acto de piratería aérea como un hecho despreciable y brutal". Speakes señaló que la Administración norteamericana aplaudía la acción "audaz y decisiva" que tomó el Gobierno de Pakistán para terminar con el secuestro del aparato, y agregó que la decisión de tomar por asalto el avión había sido únicamente del Gobierno de Karachi, pero que Washinton había sido informado de la evolución de los acontecimientos.

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El nuevo acto de piratería aérea perpetrado ayer en Karachi coincide con el final de la gira europea del enviado especial norteamericano Vemon Walters, quien ha pedido en distintas capitales, y ayer en Londres, medidas de presión contra el régimen de Muammar el Gaddafi por su presunta responsabilidad en el terrorismo internacional.Las autoridades libias, por medio de la radio oficial de Trípoli, desmintieron ayer cualquier relación con el secuestro y reiteraron su oposición "al terrorismo y a todo acto que pueda poner en peligro vidas inocentes".

Pese a que, en los días anteriores a esa gira, la presencia de buques de guerra norteamericanos en las proximidades del golfo de Sirte hizo pensar en un ataque contra Libia similar al ocurrido el pasado mes de abril, cuando Estados Unidos bombardeó Trípoli y Bengasi, ayer no se produjo en Washington ninguna advertencia contra Trípoli, después del secuestro de Karachi.

El secretario de Estado norteamericano, George Shultz, canceló las vacaciones que debía pasar en Massachusetts para regresar ayer mismo a Washington. En la capital federal, donde se informó que el presidente Ronald Reagan siguió los acontecimientos minuto a minuto, el secuestro reactivó las especulaciones sobre un nuevo ataque norteamericano contra Libia.

El portaviones Forrestal recibió ayer orden de abandonar el puerto de Nápoles y dirigirse hacia el centro del Mediterráneo "como medida de precaución", según informaron fuentes militares estadounidenses.

Dos reivindicaciones

Varios expertos norteamericanos pronosticaron anoche que Estados Unidos volverá a actuar de forma contundente contra Libia si se demuestra que el régimen de Gaddafi ha tenido alguna participación en este: secuestro.Dante Fascell, presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara Baja norteamericana, manifestó ayer que Estados Unidos debía ser muy cuidadoso a la hora de tomar represalias y determinar cómo y a quién atacar por el sangriento secuestro.

En una entrevista transmitida por una emisora de Miami, Fascell manifestó que era de conocimiento público que Estados Unidos tomaría represalias por este último acto terrorista, "pero tenemos que estar muy seguros de nuestras informaciones y ser muy cuidadosos a la hora de determinar cómo y quién será golpeado en represalia", precisó Fascell.

El presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara 'Baja dijo que se desconocía quién era el cerebro del secuestro del avión y se mostró partidario de "golpear" a los culpables, al mismo tiempo que señalaba que recientemente los países europeos "se muestran más conscientes y deseosos de colaborar conjuntamente contra el terrorismo".

El secuestro ha sido reivindicado por dos organizaciones. Primero, en Nicosia, por las Células Revolucionarias Libias y, después, en Beirut, por un movimiento desconocido hasta ahora, Organización de los Soldados de Dios-Grupo del Mártir Zulfikar Ali Bhutto.

Coincidencias

Las dos reivindicaciones coincidieron en afirmar que a bordo del avión viajaban miembros de los servicios de espionaje israelí y norteamericano.Además de los norteamericanos, se encontraban a bordo pasajeros de India, Pakistán, Reino Unido, Italia, Canadá, República Federal de Alemania, México y Portugal.

En las negociaciones con las autoridades paquistaníes los secuestradores pidieron la liberación de "unos amigos" en Larnaka. En Chipre se estima que se trata de tres presos que cumplen una pena de cadena perpetua por el asesinato de tres israelíes.

Uno de ellos es un británico, Michael Davison, y dos árabes, uno con pasaporte sirio, Jaled Abdel Kader al Jatib, el otro con pasaporte jordano, Abdel Hakim Saado al Jalifa.

En represalia por la muerte de sus tres ciudadanos, la aviación de Israel bombardeó en octubre pasado el cuartel general de la OLP en Túnez. Fuentes chipriotas creen también que los secuestradores podrían estar interesados ein la liberación de un libanés de nornibre Amin Suleiman Zaarur, detenido recientemente por portar armas y en espera de juicio.

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