El presidente devolvió al corral tres toros

José Luis del Río, presidente de las corridas en Colmenar, se convirtió ayer en el auténtico protagonista del festejo, muy a su pesar, al devolver tres toros al corral.Del Río es uno de los escasos buenos presidentes que existen, como demostró este año en la feria de San Isidro, donde devolvió todos los toros que eran inválidos para la lidia; 10 de los 14 que volvieron a corrales en toda la serie Incluso una tarde devolvió cuatro para desesperación del empresario Manuel Chopera, que le dirigía miradas fulminantes desde el callejón; que un toro cuesta más de medio millón de pesetas.

Ayer, Del Río devolvió tres toros por inválidos, ya el sábado hizo lo propio, y son los cuatro únicos toros rechazados hasta ahora. El presidente, además, no suele cambiar el primer tercio con un puyazo, pese a las protestas Y peticiones de los espadas-pseudofiguras, que quieren un simulacro de fiesta. Del Río sólo concede la primera oreja, que corresponde a petición mayoritaria del público, pero no la segunda -salvo, que haya habido una gran faena-, también para desesperación de esos espadas y sus apoderados, que con otras personas en el palco lo tienen más fácil.

Aplicando el reglamento estrictamente, ayer se debían haber devuelto los seis toros por inválidos. Del Río sólo devolvió los más descarados en este sentido, pues la empresa hizo mostrar un carteI diciendo que no había más sobreros, en interpretación discutible de ese mismo reglamento, pero muy alejada de su espíritu.

Del Río, con sus medias tintas, evitó un conflicto de orden público. Pues menudos son los espectadores de Colmenar. Y, si no, las peñas. Menudas. Los auténticos responsables del desaguisado y saldo ganadero de ayer son los empresarios del montaje, Víctor y Roca, y los veterinarios, éstos por dejar pasar en el reconocimiento matutino unos toros tan clara y manifiestamente inservibles para la lidia.

Con este simulacro de corrida los diestros se movieron cada uno en su línea. Galloso, que sustituyó al anunciado Joselito -enfermo con certificado médico, aunque circularon otras versiones por la plaza- estuvo ventajista, codillero y tirando líneas, con algunos apuntes salvables.

Niño de la Capea se mostró ratonero, acelerado y corriendo más que Aouita, entre pase y pase. Ortega Cano fue el único que intentó torear con empaque y hondura, tanto con el percal como con la paflosa, consiguiéndolo algunas veces, pero sin lucimiento por la invalidez de lo que salió por chiqueros, que empresarios y veterinarios juran que eran toros. Deben saber más que nadie.

Termina la feria

Esta tarde se celebra en Colmenar la última corrida de la feria, que empezó el pasado sábado. Gregorio Tébar El Inclusero, Carlos Aragón Cancela y Luis Cancela, lidiarán toros de Joaquín Moreno Silva. Los tres espadas están afincados en Colmenar y este es uno de los alicientes del festejo, que empieza a las 18.30.El viernes tendrá lugar en Aranjuez la corrida de feria, tradicional en el Real Sitio, que ha despertado gran expectación pues el cartel reúne a Ortega Cano, Espartaco y Joselito; los tres diestros de mayor interés en este tramo final de la temporada taurina.

Por otra parte, Pepín Jiménez, que sufrió el pasado domingo, en Barcelona, una cornada de pronóstico menos grave en la cara interna del muslo derecho, se repone de la herida, aunque los médicos que le atienden aún no han precisado cuándo podrán darle de alta Se encuentra ingresado, desde el percance, en el Hospital del Valle Hebrón, de Barcelona.