La Xunta anuncia mayor vigilancia en las rías

El conselleiro de Agricultura de la Xunta, José Manuel Páramo, Neyra, anunció ayer el incremento de la vigilancia de las rías gallegas, después de una reunión mantenida con altos cargos de su departamento y en la que se trató sobre la muerte violenta de Rodolfo Alonso Romero, de 24 años, mariscador furtivo muerto a tiros en la madrugada del jueves en la ría de Arosa. Su entierro se desarrolló ayer en el cementerio de su pueblo natal, Escarabote-Boiro (La Coruña). Cerca de un millar de personas de Escarabote y de otras poblaciones de la ría de Arosa asistió a los actos fúnebres.

Este suceso ha supuesto más un aldabonazo a la reflexión que un nuevo motivo de crispación entre mariscadores furtivos y vigilantes jurados. A dichos vigilantes hay que sumar las 14 lanchas dependientes del Gobierno autónomo, que pasarán a ser 50 si resulta aprobada la propuesta del conselleiro en el Parlamento gallego.El cortejo fúnebre salió de la humilde casa familiar precedido por una pancarta, portada por los miembros más jóvenes de la familia, que rezaba: "Albor [Gerardo Fernández Albor, presidente autonómico], haz algo, esto es un crimen". No estuvo presente ningún representante de la Administración autonómica, a excepción de un jefe de servicio de la consellería de Pesca.

El alcalde de Boiro, que estaba acompañado de toda la corporación municipal, calificó esta ausencia institucional de "política del avestruz". Tanto los comentarios de la familia del mariscador como los de buena parte de los asistentes criticaban la política autonómica sobre el problema afirmando que "las playas son de todos" y "en el mar no hay marcas de propiedad". El dueño de un bar vecino señalaba que Rodolfo Alonso "hacía lo mismo que su padre, su abuelo y sus antepasados, mantener a su familia con lo que extraía libremente del mar. ¿Qué pretendían que hiciera, con una pensión para nueve personas?".

El informe emitido anteayer por Manuel García Berenguer, jefe de servicio de la subsecretaría técnica de pesca de la consellería, solicitaba una ayuda económica para la familia.

Al término del entierro, unas 500 personas, que fueron aumentando en número durante el recorrido, se dirigieron en manifestación espontánea hacia Puebla de Caramiñán, distante cinco kilómetros.

Según los familiares del mariscador está previsto que hoy realicen otra hasta Noia, en cuyo depósito municipal está ingresado el patrón mayor de la cofradía de pescadores, detenido por la muerte de Rodolfo Alonso y a quien fue intervenida la escopeta Remington que acabó con su vida.

De otro lado, tras la reunión mantenida ayer en Santiago, Páramo Neyra manifestó que se intensificarán las reuniones con la Armada y la Guardia Civil para incrementar sensiblemente la vigilancia en las zonas de marisqueo, informa Elisardo Vázquez.

El director general de esta área, Francisco García Saavedra, insistió, no obstante, en que las cofradías deberían asumir la responsabilidad de vigilar los polígonos de marisco.