EE UU acusa a Cuba de organizar un "tráfico de emigrantes"

La Administración de Ronald Reagan está dispuesta a estrechar el cerco económico contra Cuba, país al que ha acusado de organizar un verdadero "tráfico de emigrantes", y de cobrar miles de dólares a los cubanos que quieren radicarse en Estados Unidos. Un informe proporcionado ayer por fuentes del Departamento de Estado señala que el Goblerno de Fidel Castro ha estado alentando la emigración de sus ciudadanos hacia EE UU a través de terceros países, con el objeto de recaudar millones de dólares enviados a estos emigrantes por sus familiares."El objetivo de las rriedidas para reforzar el embargo es impedir que Cuba continúe beneficiándose de Estados Unidos mientras ignora sus obligaciones interriacionales", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Charles Reelman.

Para protestar contra la entrada en funcionamiento de Radio Martí -emisora de los exilados cubanos financiada por Washington-, Cuba suspendió en 1985, seis meses después de haber sido firmados, los acuerdos sobre inmigración con Estados Unidos, según los cuales este último país otorgaría 20.000 visados de emigración para cubanos al año. A cambio, el régimen de La Habana aceptaría recibir de regreso a miles de delincuentes comunes y enfermos mentales que escaparon a Estados Unidos en 1980 desde Puerto Mariel.

Las sanciones que Estados Unidos se dispone a aplicar consisten en terminar con las relaciones comerciales entre empresas norteamericanas y cubanas establecidas en Panamá y otros países centroamericanos, reducción de los límites de dólares que se permite remitir a Cuba y un mayor control sobre las empresas que organizan viajes turísticos a la isla del Caribe.

Estados Unidos inantiene un embargo comercial y económico sobre Cuba desde el triunfo de la revolución en la isla, en 1960. También ha impuesto un embargo similar contra Nicaragua desde que tomó el poder en ese país el Frente Sandinista de Liberación Nacional. Sin embargo, Reagan se ha opuesto repetidamente a aplicar sanciones económicas contra el régimen racista de Suráfrica , argumentando que este tipo de medidas afectaría principalmente a la mayoría negra.