Lograda la reproducción en cautividad de lagartos gigantes de la isla de Hierro

Los lagartos gigantes de la isla canaria de Hierro pueden reproducirse en cautividad, lo que evitará su extinción, según, se ha comprobado en el primer experimento sobre esta especie, que fue realizado por científicos de las islas dentro un plan de recuperación de la misma puesto en marcha por la Dirección General de Medio Ambiente y Conservación de la Naturaleza del Gobierno autónomo.Las 12 primeras crías obtenidas en terrarios de madera y cristal instalados en el municipio de Frontera constituyen el primer éxito de la operación, con lo que se pretende salvar uno de los exponentes más llamativos del patrimonio zoológico del archipiélago. El lagarto gigante de Hierro (Gallotia Siomonyi) habita en lugares de difícil acceso, como la fuga de la Gorreta, y para observarlo es necesario practicar técnicas de alpinismo.

Esta circunstancia había retrasado hasta ahora un estudio biológico adecuado de las especies. Según se estima, subsisten en la actualidad más de un centenar de ejemplares, cuyas dimensiones, que alcanzan los 50 centímetros, son inferiores a las que poseían los -llamados "lagartos del Salinor", que habían sido anteriormente localizados en los roques del mismo nombre, de la isla de Hierro, con un tamaño medio de un metro. En 1985 fueron redescubiertos los lagartos gigantes tras haberse temido por su desaparición.

En condiciones de cautividad se han producido hasta ahora tres puestas, dos de una misma hembra. Una vez que se ha conseguido el feliz resultado de la primera, está previsto que durante este mes y el próximo culminen satisfactoriamente las restantes, hasta completar una población de más de 30 crías.

En esta investigación participan los biólogos Fernando Domínguez Casanova y Carlos Naeslund, para quienes el objetivo es "garantizar la pervivencia de los lagartos en su medio natural".

Adaptación

Estas primeras generaciones de lagartos en cautividad serán implantadas en las zonas donde ha sobrevivido la especie como un núcleo genético independiente. Los científicos se muestran ahora preocupados por esta fase de adaptación, al ser conscientes de los riesgos que representan la alimentación de las crías y su protección contra las enfermedades. Según se estima, deberán transcurrir unos 10 años antes de que la especie se estabilice.

Este tipo de lagartos se cree que estuvo extendido por toda la isla en otros tiempos hasta concentrarse en su actual refugio geográfico. Los especialistas desconocen su edad máxima. El plan de recuperación promovido por el Gobierno autónomo prevé la construcción de nuevos terrarios para la continuidad del trabajo de reproducción. Los singulares reptiles habían despertado una gran curiosidad científica y permanecían ocultos al público, que ahora tendrá oportunidad de contemplarlos por primera vez.