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El quinteto británico Simple Minds concluyo ayer en Valencia una gira mundial que ha durado 14 meses

Hace falta tranquilidad para componer, afirma el cantante del grupo, Jim. Kerr

El quinteto británico Simple Minds ofreció ayer, en el estadio de La Unión Deportiva Levante, en Valencia, su último concierto de una gira que ha durado 14 meses. "Somos gente normal y necesitamos vivir algún tiempo con nuestras familias y amigos, un período idóneo para la inspiración de nuevas canciones. Sería imposible inspirarnos si tocamos conciertos todos los días", comenta el cantante, Jim Kerr, horas antes de dejar los escenarios, que no pisarán en dos años. Kerr insistió en que no es cansancio, sino que hay que estar tranquilo para componer.

Esta banda se encuentra en su apogeo artístico, aclamada y elogiada en cuantas ciudades ha visitado, como una de las más importantes de esta década del rock.Jimi Kerr, recien levantado ojeroso y animado a la vez porque estaba a punto de terminar una importante etapa de su carrera, no dejó de decir entre respuesta y respuesta: "Sí, ahora somos músicos para grandes públicos, pero esto nunca podrá ser un inconveniente para nuestra música, al contrario, la buena música, la de los Beatles, la de Arnadeus Mozart, es siempre para las masas, para todos". Y lo decía humilde y muy seguro de que su triunfo ha surgido por fortuna y no graciasa una fórmula o a un secreto determinados: "Al principio no tocábamos en serio ni pensábamos llegar un día a vender millones de discos y me nos en indagar cuál podría ser la clave de los grandes éxitos".

El rock escocés está de enhora buena. The Waterboys, Lloyd Cole, Hipsway y, sobre todo Simple Minds llenan millones de oídos con su música. De Escocia al universo. Y ¿quién puede reconocer que ellos son escoceses? K.err respondió: "Es psicología, algo que no se puede ver. Nosotros no salimos a, escena vestidos con faldas escocesas. En el caso que tú me reflejas, Paco de Lucía lleva una guitarra que le ve que es española. Nuestro carácter escocés sólo se puede percibir en nuestras canciones por las letras que hablan de la montaña, de la luz, del mar. Un escocés que es cucha nuestra música sabe que es escocesa por lo que evoca. Es sencillamente psicológico".

El cantante Jim Kerr no advierte la diferencia entre rock estadounidense y rock británico que tanto expresan los periodistas, como tampoco se cree la invasión de los artistas británicos sobre suelo americano. Los medios de comunicación parecen preocupados: "¿Por qué en rock proliferan los montajes, los fenómenos de imagen? No es un problema de ahora. La música que hacía Elvis Presley era buena pero ya entonces surgió en tomo a él una serie de imitadores, de mediocres que hacían música mala. Luego, ahora, también. Bruce Springsteen, Bob Dylan, Bowie, o Bob Marley hacen buena música y venden a grandes públicos, y se distinguen fácilmente de otros que ofrecen una música pasajera con letras que carecen de significado, que son sólo moda".

El portavoz obligado, el cantante de Simple Minds, es un vegetariano que no duda en aconsejar que la carne puede ser una de las causas de la úlcera de su amigo, el teclista Michael PlIrchill, o de su propio padre. Y no llega a comprender cómo una, autoridades pueden comprobar que una persona es homosexual para licenciarla del servicio militar. Tampoco admite la limil 'ación artística por propia voluntad: "Me gusta todo aquello quie. ayude al ser humano a manifestarse como tal. Pero odio la idea de que artistas famosos de rock consigan importantes papeles en películas, incluso cuando no saben actuar y carecen de talento".

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