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Una delegación soviética viaja a Washington para preparar la 'cumbre' Reagan-Gorbachov

Pilar Bonet

La preparación de la cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, y el máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov, concluyó ayer una etapa con el fin de las conversaciones sobre armas nucleares mantenidas el lunes y el martes en Moscú. Ahora se iniciará otra nueva fase en Washington, hacia donde salió ayer una delegación soviética para abordar cuestiones bilaterales con los interlocutores estadounidenses.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de la URSS, Guenadi Guerasimov, manifestó ayer que las conversaciones soviético-norteamerícanas, dirigidas por Víctor Karpov y Paul Nitze, respectivamente, se habían desarrollado "en un ambiente de trabajo". El portavoz soviético se amparó en el pactado carácter confidencial del contenido para no dar detalles sobre el mismo.La delegación norteamericana, que conversó con sus interlocutores soviéticos algo más de 12 horas en total, abandonó Moscú por la tarde después de una comida de trabajo en la Embajada en Moscú.

Durante la mañana, como el día anterior, ambas delegaciones se habían reunido en la apartada villa de Mecherino, en las afueras de Moscú, que administra el Ministerio de Asuntos Exteriores de la URSS.

Los representantes norteamericanos fueron tan parcos como los soviéticos a la hora de dar a conocer el contenido de las entrevistas. Los estadounidenses posaron para una foto ayer, antes de reunirse con el equipo de la URSS. Al final del primer día de reuniones, que se prolongaron ocho horas, Paul Nitze había manifestado que fueron conversaciones serias. "Y eso es todo lo que puedo decir de momento", añadió.

Guerasimov manifestó que para el futuro próximo hay otras conversaciones soviético-norte americanas, programadas con objeto de dar "un impulso" al proceso que ha de llevar a la reunión entre los jefes de la diplomacia de la URSS y EE UU, Edvard Shevardnadze y George Shultz, respectivamente. Las conversaciones sobre cuestiones bilaterales estarán dirigidas por Vitali MikoIchak, vicepresidente del Instituto de Estados y Unidos y Canadá. El portavoz de Exteriores se refirió a una próxima sesión sobre las pruebas nucleares, que comenzará el 7 de septiembre en Ginebra, y a conversaciones sobre problemas regionales, en las que se discutirá sobre África del Sur, Oriente Próximo y Afganistán, entre otros temas.

Refiriéndose a las reuniones recién concluidas en Moscú, Guerasimov expresó su esperanza de que éstas "no hayan discurrido sin resultado y que den un empujón y un impulso a las conversaciones sobre armas nucleares". Interpelado sobre si los cohetes de alcance medio habían sido objeto de las conversaciones, Guerasimov evadió la respuesta y dijo que "el encuentro no hubiera sido necesario si en Ginebra todo hubiera ido bien".

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Guerasimov opinó que las declaraciones hechas por representantes de la Casa Blanca en el sentido de que no se harán concesiones sobre la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI) están en contradicción con la idea de la confidencialidad. "Algunos círculos en EE UU miran la SDI como a la vaca sagrada", dijo el funcionario.

El portavoz soviético comentó las voces discordantes existentes en la Administración norteamericana y parafraseó la Biblia al señalar que si, en el texto sagrado el sonido inseguro de las trompetas indica que alguien ha empezado a prepararse para la derrota, en el caso de la Casa Blanca es que "alguien ha empezado a prepararse para conversaciones serias".

En relación a la carta de Ronald Reagan a Míjail Gorbachov, Guerasimov distinguió entre filtraciones de Prensa -"el goteo de Washington"- y el mensaje en sí mismo, al que pareció rescatar como texto digno de ser estudiado, en contra de la atmósfera reinante estos últimos días en los medios de comunicación soviéticos, que condenaban el mensaje presidencial.

"La carta en sí se está estudiando con atención y seriedad, pues se parte del punto de vista de que hay que encontrar un lenguaje común sobre el tema básico: la interrupción de la carrera de armamentos y su prevención en el cosmos", dijo Guerasimov. Al referirse a la tesis según la cual la Iniciativa de Defensa Estratégica no se instalaría hasta mediados de los años noventa, Guerasimov dijo que "la impotencia se presenta como virtud".

La moratoria sobre pruebas nucleares, que expiró el 6 de agosto pasado, sigue siendo objeto de consideración por parte de la dirección soviética. Ésta "piensa con seriedad y responsabilidad en cómo ir a delante", dijo Guerasimov, que no explicó si la moratoria va a continuar o no.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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