Dentistas catalanes denuncian el reparto gratuito de caramelos a los niños por la industria azucarera
La campaña de reparto gratuito de caramelos a los niños en las playas españolas por parte de la industria azucarera es "un disparate" y puede tener "consecuencias desastrosas de aumento en el número de caries", según los dentistas Emili Cuenca, presidente del consejo asesor de Salud Dental de la Generalitat de Cataluña, y Pere Harster, presidente del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Cataluña. "El lema bajo el que se reparten los caramelos, Que no te amargwn la vida", añade el doctor Cuenca, "es falaz, porque ahora no se la amargarán, pero sí, y mucho, dentro de dos años, cuando a los niños les duelan los dientes". Un portavoz de la campaña publicitaria negó que exista una relación directa entre el consumo de azúcar y las caries, y afirmó: "El reparto de caramelos sólo pretende darnos a conocer y hacernos simpáticos
"."El reparto de caramelos entre una población tan indemne como la española puede llevar a un aumento del consumo de azúcar que puede ser desastroso para la salud", afirma Emili Cuenca, quien añade que a pesar de que España tienen un índice de consumo de azúcar algo menor que el europeo (31 kilogramos, contra una media de 41 kilogramos en la CEE), "ha visto empeorar mucho su salud dental en los últimos 10 años, mientras mejoraba la de los países europeos". En nuestro país, un niño de 12 años tiene por media 4,2 caries -el llamado índice CAO-, mientras que un danés tiene sólo 3,8, a pesar de que hace 10 años su media era de 9.Todos los estudios científicos y epidemiológicos, añaden estos dentistas, coinciden en señalar la relación directa entre el consumo de azúcar y el aumento de caries.
Éstas bajaron vertiginosamente en el Reino Unido después de la II Guerra Mundial por el racionamiento del azúcar. "Curiosamente, las caries han bajado ahora en los países industrializados", añade Emili Cuenca, "mientras que suben en el Tercer Mundo, donde se está empezando a consumir masivamente azúcar".
Las caries se originan cuando las bacterias presentes en la boca acidifican el azúcar, bajando el pH de la boca por debajo de 5,5, lo que ataca el esmalte de los dientes. "Esta situación es corregida al cabo de un tiempo por la saliva", añade Emili Cuenca, "pero si se vuelve a tomar azúcar, como cuando chupamos un caramelo, no se da tiempo a actuar a la saliva y aumenta mucho la posibilidad de caries".
"Me parece un disparate este reparto de caramelos, a menos que los industriales azucareros repartan también un cepillo de dientes a los niños y les enseñen cómo limpiarse la boca adecuadamente", afirma Pere Harster, presidente del Colegio de Odontólogos y Estomatologos de Cataluña. "Se quiere acostumbrar a los niños que no lo están a un consumo abusivo del azúcar", añade Harster, "y eso tendría -que estar controlado por las autoridades sanitarias, que es absurdo que se quejen de lo caro que son los dentistas pero no utilicen nuestros conocimientos para la prevención. Esta campaña no es nada correcta".
"El azúcar que se está repartiendo en forma de caramelos por las playas puede ser calificada de criminal", añade Carolina Manao, master de salud dental pública por la universidad norteamericana de Michigan y miembro del Consejo de Salud Dental de Cataluña, "porque el caramelo, al ser pegajoso, puede durar horas entre los dientes". "Además, existe un problema ético al incidir sobre un grupo de edad, los niños, que no puede decidir por su cuenta", añade Emili Cuenca, que recuerda que la campaña de publicidad de la que forma parte este reparto cuenta con aportaciones económicas de la Administración.Azúcar y caries
Aubrey Sheiliam, experto británico, afirmó en un libro que "por cada libra esterlina empleada por el Gobierno en promocionar el azúcar harán falta cinco al cabo de tres años para curar los estragos causados por el aumento del consurno". Otro experto, G. Best, ha calculado que por cada 1 % de incremento en el consumo de alimentos que contenga azúcar se necesitará aumentar en casi un 10% el pago a los dentistas para el tratamiento de caries.
"El consumo de azúcar en España y el nivel de caries están muy por debajo de los europeos", afirmó a EL PAÍS Albert Telach, portavoz del Comité Interprofesional de la Campaña de Imagen del Azúcar, "y tampoco existe una relación directa azúcar-caries, sino que ésta depende de muy diversos factores. En los países avanzados la libertad del consumidor se complementa con campañas de prevención y de higiene dental con las que estamos dispuestos a colaborar. Nuestro mensaje publicitario no se dirige a un consumo ilimitado, sino que señala que demasiado azúcar puede ser perjudicial". "El reparto de caramelos en las playas", añadió el portavoz, "es una acción de apoyo a la campaña, una acción simpática, y para darnos a conocer y hacer ver a los ciudadanos que el azúcar no tiene la culpa de todos los males".
La campaña de imagen, que ha adoptado el lema "Que no te amarguen la vida", fue suscrita por la Confederación Nacional de Cultivadores de Remolacha y Caña de Azúcar, diversas organizaciones agrarias y la Asociación General de Fabricantes de Azúcar de España en enero de 1986, y tiene un coste previsto de 900 millones de pesetas en tres años. Una orden del Ministerio de Agricultura aparecida en el BOE el 12 de mayo siguiente le daba carácter oficial y consagraba diversas aportaciones públicas a la misma, entre las que destaca la rebaja de un 5% de exacciones parafiscales por parte de la Administración.
Actuación del Estado"
El hecho de que el mismo Estado, que no puede asegurar la inclusión de la odontología en la Seguridad Social, costee campañas como éstas es inaudito", añade Emili Cuenca; "si los poderes públicos no pueden corregir ciertas situaciones sanitarias, lo mínimo que se les puede exigir es que no apoyen acciones que la empeoran. Con los 40 millones que aporta la Administración se podrían empezar a hacer campañas de prevención".
La campaña de imagen de la industria azucarera fue calificada de "falaz y sesgada" por la Junta de Andalucía, que denunció el anuncio televisivo de la misma en un escrito dirigido el pasado mes de mayo a la Comisión de Consulta y Verificación de la Publicidad de RTVE. Ésta, después de comparar los informes sanitarios enviados por la Dirección General de la Salud Pública andaluza y por los responsables de la campaña, acordó dejar constancia de que el problema planteado no era de su competencia, "y por tratarse de, problemas sanitarios, se dará traslado de las actuaciones al Ministerio de Sanidad y Consumo".
Los azúcares ocultos
Los expertos en salud dental están llamando la atención en los últimos años sobre los llamados azúcares ocultos, presentes en multitud de alimentos y cuyo consumo no es tan conocido como el del azúcar refinado. Así, el doctor Cuenca recuerda que cada coca-cola significa ingerir cinco gramos de azúcar, cantidad similar a la de un yogur.Cantidades importantes de azúcar se contienen también en las pizzas, el catchup, las patatas chip, las sopas de lata y en los refrescos de naranja y limón, así como en las tónicas. Numerosas conservas, como las de guisantes, llevan también azúcar.
"Desde este punto de vista hay que saludar como muy positivos los alimentos y bebidas light, que eliminan una buena parte del azúcar", añade el doctor Cuenca. "La lucha contra el exceso de azúcar se dirige ahora en los países más avanzados a descubrir y evitar estos azúcares ocultos, tan innecesarios y nocivos como los más conocidos".
Diversos especialistas, como el británico Arnold Bender, no dudan en considerar el azúcar como "calorías vacías" por su nula aportación de proteínas o vitaminas a la alimentación humana.
Además, se aconseja disminuir al máximo el uso de goma de mascar con azúcar, y sustituir en fiestas y celebraciones los dulces y pasteles por otro tipo de alimentos como pueden ser los frutos secos.
"El azúcar es especialmente malo a deshoras y entre comidas", añade el doctor Cuenca, "y esto hay que decírselo a todos pero muy especialmente a las madres para que no pongan azúcar en los biberones, porque el gusto también es algo que se educa. También habría que limitar mucho el gran uso que se hace en las escuelas por los niños de cremas de chocolate, golosinas, donuts y artículos parecidos, que contienen grandes dosis de azúcar".
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