El juez reitera que el simulacro de fusilamiento de l'Hospitalet configura un delito de torturas

El juez encargado de tramitar las diligencias previas incoadas con motivo del simulacro de fusilamiento ocurrido en l'Hospitalet (Barcelona) el pasado 23 de junio manifestó ayer, tras haber tomado declaración durante dos días a los seis agentes de la Policía Municipal que supuestamente participaron en los hechos, que seguía pensando que el suceso podía configurar un delito de torturas. El juez Enrique Molina afirmó que su opinión no había cambiado "en absoluto" después de escuchar a los guardias urbanos. "Creo que lo más razonable es que la acción pueda considerarse un delito de amenaza, tortura o retención ilegal", añadió.

Esta mañana prestará declaración Antonio García Lucena de 19 años de edad, el joven que sufrió el falso fusilamiento, al ser detenido tras robar una estufa y unas tenazas de corta hierro en una fábrica de la localidad. El juez Molina indicó también que en los próximos días decidirá si procesa a los seis agentes, y que "si existiese la certeza de los hechos" considerará sumario las diligencias previas ahora iniciadas, con lo cual el caso debería ser juzga do por la Audiencia Territorial de Barcelona.

Declaración importante

Las declaraciones que efectúe hoy el joven se consideran decisivas para el desarrollo de las diligencias que practica el juez decano de I'Hospitalet. Según indicó ayer éste, "la declaración del muchacho es la más importante, porque la justicia no se resuelve matemáticamente. Aunque haya seis policías que lo nieguen todo, si efectivamente los hechos sucedieron, se acabarán demostrando, porque hay cincuenta mil detalles más en todo esto", añadió. García Lucena relató tras el suceso (ver EL PAÍS del 24 de julio) que, tras detenerle, le habían obligado a ponerse de cara a una pared, que le amenazaron de muerte, y que finalmente un municipal le tiró un petardo a los pies, tras lo cual se desmayó.

El juez reiteró las manifestaciones efectuadas el lunes tras la comparecencia de tres de los seis policías municipales implicados, en las que reconocía que los agentes no le habían aclarado nada "porque lo niegan todo". Admitió como "probable" la versión del Ayuntamiento de l'Hospitalet, que considera a los agentes Rafael Tinoco Bollit, Antonio Ontiveros Fernández y Manuel Somoza Varela autores directos del hecho, mientras que a José Linares Palacios, Juan José Molina Giménez y Salvador Baños Gómez les considera encubridores de la acción.

Estos dos últimos agentes, junto con Somoza Varela, acudieron ayer al Juzgado de Instrucción número 1 de l'Hospitalet para prestar declaración, después de que el lunes hubieran comparecido los otros tres policías implicados. Las declaraciones efectuadas ayer por los tres agentes siguieron la misma línea que las realizadas 24 horas antes por sus compañeros, negando la existencia de los hechos que se les imputan. "Para los policías todo son negativas; unos dicen que, no hicieron nada, y otros que no oyeron nada", indicó el juez.

El abogado de los agentes, Joan Maria Xiol, manifestó ayer que solicitará del juez que también tome declaración a otras ocho o nueve personas, si bien no quiso desvelar sus nombres, u ocupaciones. Por su parte, Enrique Molina consideró que "con las declaraciones de los guardias y las del joven ya hay bastante", aunque también admitió la posibilidad de oir a otras personas si las considerase "procedentes" en este asunto.