España y Europa

Leo en EL PAÍS el artículo del señor Ramón García Cotarelo, titulado El predicamento de la izquierda. Dos puntos del artículo llaman poderosamente la atención. Ambos llaman a engaño y cualquier lector puede confundirse sobre lo que está ocurriendo en España. Comieza su artículo el señor García Cotarelo dicilendo que "el signo más claro de que España se ha incorporado definitivamente a Europa". Primero, como es sabido, España siempre fue Europa, y seguiría siéndolo aun cuando no se hubiera incorporado a la Europa comunitaria. Debernos huir de los lugares comunes. Si el articulista quiere decirnos que España desde el día 1 de enero pertenece o se halla incorporado a la Comunidad debe decírsele que la firma del tratado por sí no significa signo de europeidad, como parece querer indicar el señor García Cotarelo. La europeidad es algo que se adquiere, como la cultura, a base de esfuerzo y de buena voluntad. Aquí no tenemos escuela gratuita, aquí no tenemos una Seguridad Social eficiente, aquí no tenemos una Universidad digna de tal nombre, aquí carecemos de un control de calidad de los alimentos digno de tal nombre. En España, señor articulista, carecemos de muchas cosas más. La entrada en Europa, como ese señor nos dice, por ahora, solamente se ha traducido en unos ridículos carteles que yo no he visto en ningún lugar de la Europa comunitaria. Son unos letreritos que, teniendo como fondo la bandera de la propia Comunidad, dicen: "Barcelona (o la ciudad que fuere) municipio de Europa". Seamos un poco más realistas y no nos engañemos.El otro punto es el de que, según sigue diciendo el señor García Cotarelo, aquí "la izquierda puede llegar al poder mediante unas elecciones pacíficas, y mantenerse en él, y repetir". Supongo que el señor García Cotarelo no se referirá al Partido Socialista Obrero Español, pues tal partido, hoy en el poder, nada tiene de partido de izquierda. No lo digo yo; lo dice el propio jefe del Gobierno: "Gobernaremos con moderación, aunque se nos llame democristianos, o lo que sea". Lo dijo poco después del triunfo electoral del 22 de junio último. Cuide usted más, señor articulista, sus aventuradas elucubraciones.-