Jordania canalizará la ayuda de EE UU para los palestinos de los territorios ocupados
La Administración del presidente Ronald Reagan anunció el jueves la entrega a Jordania de una ayuda de 4,4 millones de dólares (unos 615 millones de pesetas) destinada a un programa de asistencia a los palestinos de Cisjordania. Según manifestó el portavoz del Departamento de Estado, Bernard Kalb, ésta es la primera vez que Jordania -que el pasado febrero rompió relaciones con la Organización para la Liberación de Palestina- canalizará la ayuda para los territorios ocupados por Israel.Kalb dijo que esta ayuda -que hasta ahora se administraba a través de organismos internacionales- responde a los deseos de Washington de apoyar el logro de un acuerdo pacífico del conflicto de Oriente Próximo. El vicepresidente norteamericano, George Bush, viajó ayer a la localidad jordana de Aqaba para conversar con el rey Hussein a quien entregará un mensaje del primer ministro israelí, Simón Peres.
Recortes en el Congreso
Por otra parte, la ayuda económica que muchos países, especialmente de África y Latinoamérica, reciben de EE UU -entre ellos España- con la única excepción de Israel, Egipto e Irlanda, podría verse drásticamente recortada de aprobarse el proyecto de ley votado el jueves por el Comité de Presupuestos de la Cámara de Representantes de EE UU. La suma asignada por el comité asciende a 12.900 millones de dólares (1,8 billones de pesetas) y supone un recorte de unos 2.600 millones de dólares (364.000 millones de pesetas) respecto a la petición inicial del presidente Ronald Reagan. Entre Egipto e Israel acaparan más de un tercio de la ayuda total prevista por la proyecto votado: 5.120 millones de dólares. El resto se lo repartirían los otros 36 países que reciben ayuda de EE UU.
El proyecto de ley, presentado por el demócrata David Obey, sólo mantiene la cantidad concedida a Pakistán. Para otros países, sin embargo, supone una disminución global del 32% de la financiación concedida por EE UU.
David Obey declaró que el proyecto plantea "opciones angustiosas" para el Gobierno, que tendrá que hacerse cargo de las consecuencias del recorte en la política exterior de EE UU. Obey responsabilizó de ello a la ley Graham-Rudman, que obliga a un presupuesto equilibrado y a una reducción del gasto.
El subsecretario de Estado William Schneider dijo que si se aprueba el proyecto de ley implicará el cese de la ayuda para África y Latinoamérica y obstaculizará las negociaciones para la renovación de los acuerdos sobre las bases militares de EE UU en el extranjero.
La Casa Blanca se apresuró a anunciar ayer que vetaría la ley si ésta fuera aprobada la próxima semana por la Cámara, porque tales recortes "limitarían gravemente la capacidad de EE UU para lograr sus objetivos de política exterior". Según fuentes gubernamentales, el presidente considera prioritario conservar el nivel de ayuda para aquellos países con los cuales EE UU tiene acuerdos para la utilización de bases militares, como es el caso de España.
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