Los 'doce' estudian aumentar un 4,49% el presupuesto para 1987

Once días después de haber dado su visto bueno al presupuesto de la Comunidad Europea (CE) para 1986 y evitado así una grave crisis financiera, los ministros de Hacienda de los doce volvieron ayer a reunirse para, examinar el del año próximo, que plantea problemas similares al anteriormente aprobado. Bajo la presidencia del secretario adjunto del Tesoro británico, los titulares de Hacienda discutirán ayer y hoy el proyecto de presupuesto para 1987 elaborado por la Comisión Europea, que supone un incremento del 4,49% y asciende a 36.754 millones de unidades de cuenta europea (ECU), unos cinco billones de pesetas.La proposición del órgano ejecutivo de la Comunidad prevé limitar el aumento del gasto agrícola -que seguirá, no obstante, absorbiendo, el 62% del presupuesto- al 1,5% e incrementar, en cambio, las otras partidas en un 13,6%, un porcentaje que rebasa en más de, cinco puntos el techo autorizado por los responsables de Hacienda de la CE.

Los principales beneficiarios de esta última subida son la investigación científica (44,7%) o el transporte (26,8%), y entre los perjudicados figuran los denominados fondos estructurales, que intentan atenuar las divergencias de desarrollo entre regiones ricas y pobres, como el social o el regional, con aumentos moderados del 2,2%, y del 5,1%, respectivamente, lo que contrasta con la fuerte inyección de dinero concedida este año.

Este pequeño incremento de los recursos, a través de los cuales el Gobierno de Madrid espera recuperar gran parte de su aportación a las arcas comunitarias, incita ya a preguntarse si España pagará mas de lo que recibirá el año próximo. El comisario europeo encargado del presupuesto, Henning Christophersen, sostuvo a principios de mes en Estrasburgo, que ninguno de los nuevos miembros de la CE serían contribuyentes netos en el ejercicio en 1986.

La tarea de la delegación española, encabezada por el secretario de Estado de Hacienda, José Borrell, será más difícil, puesto que para 1987 las devoluciones a España de su aportación económica a la Comunidad serán de tan sólo un 70%, un 17% menos que los que recuperará este año. Como ya ocurrió la semana antepasada, el Consejo de Ministros de la CE ha quedado desde ayer una vez más dividido en dos bloques integrados por partidarios del rigor financiero (Alemania, Francia, Holanda y Bélgica) y por aquellos que temen que una política de austeridad afecte ante todo a los fondos estructurales de los que se benefician.

Obtener más recursos

Ni que decir tiene que el proyecto de sometido a los titulares de Hacienda agota los recursos disponibles del 1,4%. del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) recaudado en los Estados miembros y remitido a la CE, y aplaza incluso algunos pagos hasta finales de la década para no superar ese tope fijado por el Consejo ministerial.Pierre Pflimlin, presidente del Parlamento Europeo, la otra autoridad presupuestaria de la CE, ha subrayado, sin embargo, que el rigor financiero sólo vinculaba al Consejo de Ministros y no a los diputados ni a la Comisión, y se ha quejado de la escasa generosidad del proyecto con la ayuda al desarrollo del Tercer Mundo y con algunas de las llamadas "nuevas políticas" (medio ambiente, sanidad, etcétera). Esta primera declaración induce a sospechar que la negociación entre la asamblea parlamentaria de Estrasburgo, y los responsables de Hacienda será como siempre ardua.

Hasta 1988 no se puede rebasar el techo del 1,4% del IVA. Dentro de dos años podrá, en principio, alcanzar el 1,6%, tal y como desean la mayoría de los doce. El Gobierno de Bonn era hasta ahora el más hostil a este aumento, pero su ministro de Finanzas, Gerhard Stoltenberg, acaba de dar un gran paso en dirección a los demás miembros de la CE aceptando públicamente que sea incrementado entonces hasta por lo menos el 1,5%.