Armas españolas para la dictadura chilena

La dramática y esperanzadora jornada de protesta protagonizada recientemente por los chilenos ha permitido demostrar los sentimientos de solidaridad con esa lucha contra la tiranía. Pinochet y la dictadura siguen, pero el pueblo chileno ha empezado a vencer los fantasmas del terror y está resuelto a terminar su pesadilla de 13 años.Pero son más necesarias que nunca todas las solidaridades, y resulta desoladora la doble moral con que actúa a este respecto el Gobierno español. Mientras el vicepresídente Alfonso Guerra reiteraba su solidaridad y anunciaba medidas en el marco de la CE, su Gobierno se ha transformado en el principal suministrador de armas antidisturbios y de guerra a la dictadura chilena.

Las imágenes de horror de un país ocupado por su propio Ejército que nos han mostrado los medios de comunicación han sido posibles, en parte, por la colabora,ción española. Las poblaciones son vigiladas y aterrorizadas con aviones de entrenamiento CASA; los soldados que allanan los barrios periféricos se desplazan en camiones militares fabricados por una conocida empresa estatal y los policías utilizan revólveres españoles.

Ciertamente, en el trasfondo de este comercio de la muerte existen intereses económicos importantes.

Tan importantes como que el Gobierno español se ha visto obligado a comprar a la industria militar chilena 40 aviones para lucha antisubversiva modelo PILLAN (¿en qué supuestos operacionales se piensan utilizar aquí?). Es la única venta de aviones que la dictadura ha podido concretar en todo el mundo, y es también lo que le permite mantener sus cadenas de montaje.

En este contexto, y mientras se mantenga esta situación, las palabras del señor vicepresidente Alfonso Guerra nos parecen una burla cruel, que los chilenos no nos merecemos. A veces no hay nada mejor que el silencio.- Carlos Zeller. .