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Satisfacción española ante la aparente garantía de neutralidad presupuestaria

I. C., "Ahora más que nunca se nos garantiza el equilibrio financiero", declaró, aparentemente satisfecho, el secretario de Estado de Hacienda, José Borrell, al término de la reunión del Consejo de Ministros de la Comunidad Europea (CE) que en la madrugada de ayer elaboró un proyecto de presupuesto para 1986.

"Creo", añadió ante las cámaras de televisión, poco después de las 4.30, "que hemos estabilizado los mecanismos de equilibrio financiero en términos de caja", lo que significa en claro que el Tesoro español no contribuirá más a las arcas de la Comunidad que los 170.000 millones o 180.000 millones de pesetas que a lo largo de 1986 espera percibir de la organización a la que se adhirió.

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Algo más cauta, otra fuente de la delegación española comentó que era aún pronto para determinar si España sería en definitiva contribuyente neto, pero recalcó que la ampliación decidida de madrugada "creaba desde luego las condiciones objetivas para que no lo fuese". España, que junto con Italia y Grecia formaba parte del bloque de países mediterráneos reacios a la propuesta de compromiso de la actual presidencia. británica de la CE, fue finalmente desgajada del grupo por una nueva oferta de la Comisión Europea hecha a medida para intentar evitar que el Gobierno de Madrid sea contribuyente neto.

Los pagos del Feder

"Para facilitar la integración financiera de España y Portugal", reza el texto de la oferta, la Comisión efectuará en el curso de este año los pagos hasta un 50% de los compro.misos contraídos" con estos dos países en el marco del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), que generalmente se suelen hacer al año siguiente o incluso aún más tarde después de su anuncio.

Aunque no lo puso por escrito, la Comisión prometió también verbalmente, en contra de la opinión de algunos Estados miembros, conceder una cierta prioridad a los proyectos que Madrid someta a la aprobación del Feder, y Borrel describió entonces este fondo como "nuestra válvula de financiación mayor".

Estas buenas palabras acabaron por convencer a los representantes españoles de aceptar, ya de madrugada, una compensación que inicialmente habían considerado insuficiente. El Feder y el Fondo Social son los Hamados fondos estructurales, destinados a atenuar las disparidades entre ricos y pobres de la Comunidad y a través de los cuales España espera recuperar con creces sus transferencias a las arcas de la CE.

Si el Consejo de Ministros de Hacienda acordó incrementar los recursos de los fondos estructurales para el año en curso, se negó, en cambio, a adquirir compromisos a medio y largo plazo, lo que contribuye a hipotecar un poco su futuro y puede significar que, aunque haya logrado evitar este año contribuir con más dinero del que ha percibido, España pueda no volver a librarse de esta posibilidad en el futuro.

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