Apretar para los adentros
JOAQUÍN VIDALEl primer novillo apretaba para los adentros, sentenciaba la afición enterada. Antes se decía de un toro así que tenía querencia a tablas, pero debe de ser antigüalla. Paco Machado, que torea bien y no se acoplaba en los primeros muletazos, cuando dio los adentros al novillo (cuando toreó a favor de querencia, se decía antes) los cuajó largos, enjundiosos y bonitos.
Al cuarto aún se los cuajó mejores. Empezó con naturales, sin previo aviso, y perfeccionó la calidad de su toreo en los redondos y los de pecho. A Machado, como a sus compañeros de tema, le faltó globalizar las faenas, es decir, sentido lidiador, para construirlas de acuerdo con las características de las embestidas.
Romero / Machado, Ballester, Calvo
Cuatro novillos de José Romero; 42 y 52 de Martínez Elizondo: bien presentados, mansos en general, pero dieron juego. Paco Machado: estocada trasera (vuelta protestada); pinchazo y estocada (vuelta protestada). Alberto Ballester: bajonazo descarado (aplausos y salida al tercio); estocada delantera (silencio). Luis Miguel Calvo: estocada caída y descabello (petición y vuelta); estocada ladeada y descabello (vuelta por su cuenta).Plaza de Las Ventas, 22 de junio.
La torería, en general, y los novilleros, en particular -no todos-, se ponen a pegar pases para asegurar el triunfo, allá penas si hay en las faenas dominio. Si el novillo preta para los adentros, ésas son disquisiciones de eruditos en la materia. Ballester tuvo un primer novillo de clamorosa nobleza y le instrumentó pases de espléndida factura, sólo que toreaba al revés, fiel a la escuela de su paisano Manzanares, virtuoso en la especialidad de torear descargando la suerte. Con el quinto se acopló poco y aburrió mucho, pese a que marcó algunos apuntes de toreo bueno.
El momento de la novillería es interesantísimo, pues, apriete el toro para los adentros o para las afueras, los novilleros torean mejor que nunca. Un ejemplo es Luis Miguel Calvo, espada con personalidad y prestancia, decidido, mandón, poseedor de los secretos del temple, cuyo defecto principal quizá fue ayer su propensión a ahogar las embestidas.
Otro defecto en el que puede caer Calvo es la afectación, ya que acentuaba la pinturería hasta situarla en los límites de la caricatura. También banderilleó, nada más que vulgarcillo, aunque es cierto que reunía asomándose al balcón, y ésta es la forma más auténtica de banderillear. Así lo hizo siempre, excepto cuando citó de rodillas para un quiebro con las banderillas cortas y prendió una en el costillar. Enmendó el error repitiendo cite y quiebro y esta vez las cortas le quedaron más arribita.
¡Preta pa los adentros! dictaminaban algunos aficionados del novillo del quiebro. En realidad, lo que le ocurría a ese novillo, último de la tarde, era que estaba inválido. Emborronó un poco la novillada, que, si mansa en general, embistió de dulce. Este ganado sale cuatreño en la feria de San Isidro y se lleva premios, pues la boyantía y la pastueñez parecen ser para algunos jurados la suprema virtud del toro de lidia.
Luego, lo de que preta pa los adentros hay que decirlo, naturalmente. Un aficionado que se estime, un especialista en tauromaquia, jamás dejará de comentar que el toro aprieta para los adentros (si aprieta para las afueras, qué más da) o su sabiduría y su prestigio quedarán en entredicho.
Oreja a Carmelo en Sevilla
Carmelo cortó una oreja ayer en Sevilla, donde se lidiaron novillos de Peñajara; en su otro enemigo tuvo silencio. Sánchez Cubero, que se despedía de novillero, silencio y ovación. Raúl Galindo, silencio en su lote. Sufrió una cogida de pronóstico leve.
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