Juan Carlos Delgado regresa a casa con un nuevo hígado y un nuevo corazón

El primer niño que vive en el mundo con un corazón y un hígado de diferentes donantes, Juan Carlos Delgado, de 12 años, recibió ayer el alta médica en el hospital Puerta de Hierro de Madrid y regresó a su pueblo de Riolobos, Cáceres. Juan Carlos dijo que los peores momentos de los últimos meses fueron mientras esperaba las intervenciones. "El mejor, ahora, porque me voy". El joven, a quien acompañaba su madre, hizo un llamamiento para que se donen órganos, porque "hay muchos chicos y chicas esperando". El equipo médico que le ha atendido se muestra "optimista en cuanto a calidad y duración". Juan Carlos sufría una grave enfermedad hepática, que obligó a sustituir su corazón el pasado 3 de marzo y tan sólo 20 días después el hígado. Hasta hace dos años, este tipo de enfermos no tenía ninguna posibilidad de curación.

La posibilidad de realizar un trasplante como alternativa terapéutica fue una consecuencia de las investigaciones desarrolladas por Josep L. Goldstein y Michael S. Brown. Ambos fueron galardonados con el Premio Nobel de Medicina el año pasado, precisamente por estos trabajos.La dolencia hepática -una hipercolestiremia- que tenía Juan Carlos es una enfermedad genética muy infrecuente que se manifiesta con la carencia en el torrente sanguíneo de los receptores de las lipoproteínas, aumentando el nivel de colesterol.

Goldstein y Brown hallaron que el hígado era depósito de gran cantidad de estos receptores, por lo que sustituyendo este órgano se recuperan los receptores para las lipoproteínas. Actualmente, Juan Carlos tiene un nivel de colesterol normal, con un a dieta que incluye todo tipo de alimentos.

Antes de los dos trasplantes Juan Carlos Delgado tenía 1.200 miligramos de colesterol en la sangre, cuando los valores normales para un niño de su edad es de 150 a 200. Los afectados por hipercolestiremia, fallecen generalmente en la adolescencia, porque este aumento en el nivel del colesterol produce un deterioro en el corazón, convirtiéndolo en el de un anciano.

Tan sólo siete meses antes de que Juan Carlos ingresase en la clínica Puerta de Hierro no se le incluyó en el programa de trasplantes, pero el desgaste que sufrió fue tan rápido que a su ingreso, en diciembre de 1985, era considerado como un paciente con riesgo de muerte súbita por infarto, sufría dolores de pecho permanentes y tenía que estar en reposo.

En Estados Unidos se habían realizado ya tres operaciones de doble trasplante en enfermos de este tipo. De ellos tan sólo sobrevive una niña de nueve años. Actualmente, los cirujanos del centro de Pittsbourg, siguiendo la técnica que utilizó el equipo médico de la clínica Puerta de Hierro, han realizado un trasplante de hígado a un niño de origen griego y en los próximos días realizarán el cardiaco. Los anteriores dobles trasplantes se habían realizado en una sola intervención, porque se ignoraba cómo podía responder el cuerpo humano frente a dos órganos extraños de distintos donantes. En el caso de Juan Carlos, el de corazón se realizó el 3 de marzo, y el de hígado, el día 24 del mismo mes.

En esta segunda intervención, como el corazón estaba casi recién implantado, fue necesario utilizar un by-pass para desviar extracorpóreamente la circulación sanguínea. Esta técnica apenas se había utilizado anteriormente con niños, por lo que el equipo de cirujanos realizó previamente varias intervenciones en animales del mismo tamaño y peso que Juan Carlos. En los casi tres meses que ha durado su recuperación el niño ha tenido que ser reintervenido en dos ocasiones, por complicaciones en la vesícula. biliar, y ha tenido dos crisis de rechazo cardiaco y una de los dos órganos.

Huevos fritos

Para evitar que se produzca un rechazo efectivo tendrá que estar toda su vida sometido a una medicación con ciclosperina, lo que le hace más sensible a las infecciones. Pero éste es el único aspecto en el que su vida se verá condicionada. A cambio de eso su hígado nuevo le ha permitido a Juan Carlos, el menor de tres hermanos de una familia de Riolobo (Cáceres), descubrir el placer de los huevos fritos. Su pasión por este alimento, prohibido en su dieta hasta ahora, le lleva a solicitarlo casi diarimente en su dieta. "Juan Carlos, un chico listo y despierto, le dijo a su madre que en esta clínica no habíamos hecho ningún trasplante de hígado, pero que él se arriesgaba". Era "un poco melindres" para comer y tenía la opción a elegir el menú del día, según el equipo médico.Los deportes eran también un mundo prohibido para él, pero ahora, en cambio, cada mañana dedicaba un tiempo a la bicicleta fija del gimnasio de la clínica y salía después a pasear por los alrededores. El traslado hasta Riolobos lo ha realizado en ambulancia en compañía de su madre, Daría. A ésta, que ha acompañado a su hijo desde diciembre, sólo la idea de¡ regreso le parecía unas horas antes un sueño". Juan Carlos tendrá que regresar a Madrid dentro de un mes para realizar una biopsia cardiaca. Éste es el único medio de conocer si sufre nuevos rechazos. El coste de las intervenciones ha sido totalmente sufragado por la Seguridad Social, al igual que el resto de los trasplantes realizados en la clínica infantil de la residencia sanitaria La Paz y en el hospital Primero de Octubre. Actualmente hay en todos estos centros varios pacientes en lista de espera.