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Reportaje:La Administración de Reagan ante la corrupción de Noriega / y 2

El 'hombre fuerte' de Panamá espiaba para Estados Unidos

Francisco G. Basterra

Funcionarios de la Administración de Ronald Reagan y de anteriores Gobiernos norteamericanos -reconocieron que habían pasado por alto las actividades ilegales del hombre fuerte de Panamá, general Manuel Antonio Noriega, por su valiosa cooperación con el espionaje norteamericano y su voluntad de dejar operar ampliamente al Ejército de EE UU en Panamá.Así, este oficial, que llegó a mandar el Ejército desde la jefatura del espionaje militar. que ocupaba bajo Omar Torrijos, permitió a la supersecreta Agencia Nacional de Seguridad (NSA) instalar sus aparatos en Panamá para descifrar las comunicaciones de todos los Gobiernos centroamericanos, parte de los latinoamericanos y el tráfico de radio de las diferentes guerrillas. Desde la base norteamericana de Howard, en Panamá, operan aviones espía que controlan los movimientos de, los insurgentes salvadoreños.

Estas bases en Panamá, afirmó el general John Galvin, jefe del Comando Sur, son "esenciales y críticas para cualquier despliegue de emergencia en el teatro de operaciones" de la región. Una intervención directa en Nicaragua utilizaría como campamento base las instalaciones del Comando Sur en Panamá. Noriega suministraba a la CIA información de interés sobre Nicaragua, a través de la Embajada panameña en Managua, y anteriormente lo hizo sobre Cuba.

Esta capacidad hace que los elementos más halcones en el Pentágono, como por ejemplo Néstor Sánchez, secretario adjunto de Defensa para Asuntos Interamericanos y supuestamente jefe de la estación de la CIA en Madrid hace años, defiendan a Noriega y teman que su sucesor no esté dispuesto a ceder con tanta facilidad el territorio panameño a Washington. El propio secretario de Estado adjunto para Asuntos Interamericanos, Elliot Abrams, que admite que. el país "tiene serios problemas políticos y económicos" y que el Ejército controla el Gobierno Civil, no es muy duro con Noriega y- dice que "las acusaciones son serias pero se conocían hace tiempo".

Una importante peculiaridad del caso Noriega es que jugaba a dos bandas. Informaba también a Fidel Castro de las actividades norteamericanas en Panamá y Centroamérica, y para La Habana también era su hombre en Panamá. Pero la CIA, que le encomendó obtener información del régimen castrista, estima que Norlega siempre dio más a EE UU que a La Habana. Eran los tiempos en que el general Torrijos, en un juego populista izquierdista, negociaba el canal con Jimmy Carter, ayudaba a los sandinistas y tenía una buena relación con Fidel.

En su novelesco pasado, Noriega estuvo señalado por la Administración de Richard Nixon, en 1972, como un hombre a eliminar para solucionar el grave problema del narcotráfico -en Panamá. Ya entonces Torrijos advirtió a los norteamericanos de que era "un hombre muy peligroso".

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