Energías renovables
El pasado 4 de junio los servicios informativos de Radiotelevisión Española noticiaban la presentación por el vicepresidente del Gobierno, señor Guerra (junto con significados miembros de las compañías eléctricas españolas), de un ambicioso plan de energías renovables con una inversión de 55.500 millones de pesetas, desde ahora hasta 1992. La presentación del plan de energías renovables en plena campaña electoral es de por sí curiosa y más si se conocen los antecedentes del Instituto de Energías Renovables y se tiene en cuenta la polémica levantada por el accidente nuclear de Chernobil, todo ello parece coincidir en el hecho lamentable de incorporarse a los que buscan el ya famoso y popularmente conocido voto perdido.Hace apenas un año Onda Verde tuvo la satisfacción de conocer al dimitido director del IER, Carlos Sánchez, un buen científico que estaba convencido de que las energías renovables pueden llegar a convertirse en un recurso energético importante para el país. El motivo de nuestro encuentro fue su carta de dimisión y denuncia al director de la Junta de Energía Nuclear, publicada en la Prensa nacional, y nuestro interés como ecologistas por el tema. Según opinión del hasta entonces director del IER, en ningún momento el equipo energético ministerial mostró interés por los trabajos que desde hacía dos años estaba realizando este organismo, ni atendieron a las continuas peticiones de personal y medios para poder desarrollar la labor encomendada. Todo parecía indicar a nuestro juicio la falta de voluntad para poner en marcha un proyecto de energías renovables que miraba primordialmente al potencial humano, técnico y científico del país, así como a la independencia energética, proyecto que una mayor dedicación de recursos habría puesto en marcha. Es de destacar que una partida importante del dinero público destinado a la investigación energética procede del 3 por 1.000 de los recibos de la luz que pagamos todos los ciudadanos y estamos seguros de la opción por estas energías ante el modelo nuclear.
El encargo de la elaboración del plan de energías renovables fue entregado a la consultora británica Atkins Corporation, una decisión rápida y poco meditada donde no se tuvo en cuenta el trabajo desarrollado hasta entonces por el IER, rechazando, además, a otras consultoras españolas. De esta consultora británica conocemos su vinculación a nivel de trabajos para la British Pretroleum, una de las más importantes compañías multinacionales petroleras a nivel mundial que mantiene actividades enipresariales de energía solar en España y que pondrá en marcha en breve, si no lo ha hecho ya, una fábrica de células solares.
En Estados Unidos las compañías petroleras multinacionales han acaparado en exclusiva el mercado de energía solar y otras renovables. Esta contradicción que no es tal tiene su base en la sustitución prevista por las energías renovables de las actuales inversiones en petróleo. Nada mejor, pues, para las multinacionales petrolíferas que dominar y condicionar este modelo energético.
Es posible que el nuevo plan de energías renovables presentado ahora a bombo y platillo, y que ha llegado a deslumbrar a algún que otro grupo ecologista, contribuya nuevamente a aumentar el entreguismo y la dependencia energética de nuestro país, cuando existe la suficiente capacidad autóctona para que quizá por primera vez un modelo energético sea made in Spain.-
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