El gran innovador del español
La muerte del escritor Jorge Luis Borges ha sido lamentada por todos los escritores consultados. La lamentan tanto como agradecen su vida y la aportación de su escritura, considerada como una revolución en la lengua española. Mario Vargas Llosa afirmó ayer: "Hay dos aspectos fundamentales en Borges, aparte de su indiscutible genio y su originalidad. Fue el primero en romper un tabú generalizado quizá no tanto en España pero sí en América Latina. Mostró que los escritores suramericanos podían tratar los mismos temas que los de los países desarrollados. Antes, un escritor latinoamericario, no podía escribir sobre ciertos, temas sin miedo al ridículo. Él rompe ese tabú y prueba que se pueden decir cosas inteligentes sobre, la literatura universal. Opina sobre filosofía, sobre metafisica; sobre Shakespeare y la literatura japonesa; sobre la literatura de los vikingos. Rompe con un provincianismo arraigado. En segundo lugar, su apropiación de lo literario, muy argentina, muy hispanoamericana, muestra que nuestra tradición es la que queramos y, en su caso, esa, tradición es todo el planeta"."'En él, la lengua literaria conoce una revolución", añadió Vargas Llosa. "El genio de nuestra lengua está ligado a la abundancia, a la exuberancia. Nuestros grandes prosistas han sido numerosos, en ese sentido. Nuestra prosa tiene más palabras que ideas, tanto en España como en América Latina. Borges crea una lengua que contradice esa propensión. Es una lengua caracterizada por la brevedad, por la concisión, en la que hay tantas ideas como palabras. No es que no haya antecedentes; Quevedo, por ejemplo, y, desde luego, la literatura anglosajona. Pero él crea, en español, el lenguaje de la ascesis. Una prosa inteligente centrada en las ideas y los conceptos. Con él tenemos una deuda todos los escritores".
"La paradoja es que ha muerto en el escándalo, él, un hombre amarrado a una biblioteca", siguió diciendo Vargas Llosa. "Ya lo había escrito: 'Muchas cosas he leído, pocas he vivido'. Al valorar a los autores contemporáneos corre uno siempre el riesgo de equivocarse, con Borges no. Si hay una obra crucial en el siglo XX ésa es la obra de Borges".
Carlos Fuentes, a quien la noticia de la muerte del escritor le sorprendió en Sevilla, afirmó: "Se nos olvida que Borges es el más americano y el más argentino de todos nuestros escritores. En su obra hay una doble imaginación, la imaginación del Nuevo Mundo, que es parte de la tarea inacabada de todos los escritores latinoamericanos, más la imaginación del Viejo Mundo, a fin de poder apropiarnos de la cultura de Europa y de Asia y hacerla nuestra, en vez de que nos sea impuesta. Borges encarna un hecho moral y político muy importante en la relación entre Europa y América y es que Europa fue incapaz de imaginarnos y, al cabo, América ha tenido que imaginarse a sí misma y, de paso, imaginar a Europa. Tenemos la carga de una doble cultura y una doble imaginación que Borges hace muy patente. Y añadiría: una doble lectura. Este Borges americano es también un Borges histórico. En uno de sus cuentos intentó la lectura de un mismo texto épico y eso es una fórmula salvadora para la imaginacion latinoamericana, porque la épica, por definición, es lo dicho, historia concluida, texto sagrado, y Borges lo que hace es decirnos que no, que el texto está abierto, que no estamos condenados a la fatalidad épica, que tenemos la oportunidad de la libertad narrativa".
Para Heberto Padilla, "ninguna muerte de ningún escritor me provocaría la tristeza y el llanto que me ha provocado la muerte de Borges. Ahora temo que los abogados del barroco que pululan por las calles le hagan un segundo juicio. Borges es el genio más extraordinario de la lengua castellana del siglo XX. Nadie puede escribir mejor. Enseñó una asepsia de la lengua, en una lengua como la nuestra dada al barroco.
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