Sánchez Cubero no define su personalidad
F. Albarrán / S. Cubero, Chicuelo de AlbaceteCuatro novillos de Flores Albarrán; 2º (sobrero) y 3º, de La Ermita: mansos en general. Sánchez Cubero: división y saluda; silencio; ovación y también pitos cuando saluda. Chicuelo de Albacete: silencio en los tres. Plaza de Las Ventas, 15 de junio.
Sánchez Cubero va a tomar la alternativa dentro de dos semanas y aún no tiene definida su personalidad. ¿Es el que arrebató con un toreo purísimo el día de su presentación o el pegapases de su despedida en Las Ventas? Aquel Sánchez Cubero que a poco de morir su hermano, Yiyo, llegó debutante a Madrid y recreaba el natural nada tiene que ver con ese otro Sánchez Cubero de ayer, que acelera derechazos, da largas de rodillas, espera al toro a porta gayola, se retuerce para dramatizar las suertes.
A lo mejor no es él, que son los taurinos con sus consejas. Los taurinos, ya se sabe, cogen a un torero de arte y con sólo dos sermones son capaces de convertirlo en un pelmazo pegapases. Al revés ya no saben hacerlo: es lo difícil. Alguien debió advertir ayer a Sánchez Cubero, sin embargo, que su destino no es la legión; que su estilo no es levantar la mano que no torea a manera de guardia de tráfico, según solía hacer, sino dejarla a su caída natural, y con la que torea, imprimir temple al muletazo. Así apuntó alguno ayer y le salió que daba gloria verlo.
Alguien debió advertirle que los aficionados no le iban a valorar las veces que pudiera salir rodando por los morrillos de los toros, pues lo que hace cartel y en Madrid gusta, y en las hechuras de este diestro se intuye, es un toreo fundamentado en la técnica bien aprendida y recreado con el sentimiento que nace de la sensibilidad artística.
Por ejemplo, toreo bueno, el que identifica al torero con la afición, fue alguna de las verónicas con que recibió al quinto y, sobre todo, el hermosísimo quite por chicuelinas que instrumentó al tercero, ciñendo la embestida, que diluía en la suavidad del lance. Esa pulcra y armónica forma de torear es la que mejor cuadra a este ya inminente matador de toros y se echó de menos que no continuara su actuación con la misma garra y en el mismo tono. De forma que, antes y después del quite, con tanta baladronada y tanto pase vacío de sentimiento y pletórico de pico como dio, se dejó ir dos novillos excelentes, los únicos buenos de la tarde.
Los otros eran mansos, de bronca condición, e hicieron pasar apuros a Chicuelo de Albacete. En la lidia de esos novillos hubo de todo. A uno le cayó un caballo en cima y estuvo a punto de perecer despanzurrado. Lo devolvieron al corral. El sobrero, de talante vengativo, derribó dos veces al caballo agresor y le rompió una pata. Intervino entonces la acorazada con determinación represora y vengó a su vez al caballo hundiéndole al novillo tres feroces misilazos, que lo dejaron moribundo. El moribundo no podía embestir, pero sí cornear, y cogió a Chicuelo por donde en la boda más se aprecia. Le hizo tirabuzones la taleguilla y el mozo de espadas hubo de taparle las vergüenzas con esparadrapos. Estoqueado el novillo, se fue Chicuelo a la enfermería cuando, en realidad, debió ir al sastre; esta fiesta no evoluciona. Reapareció vestido con pantalón vaquero y sorteó valientemente las sordas bonquedades de sus restantes enemigos. No logró estar lucido, aunque dejó patente la voluntad de agradar.
Chicuelo no tuvo suerte ayer por el mal ganado. Sánchez Cubero, tampoco, pues no acertó a ser consecuente con su personalidad. En cambio, el público gozó de mejor fortuna, pues hubo jarana en el ruedo y los incidentes de la lidia siempre divierten. Como suelen decir, si no hay arte, al menos que haya emoción. Y de eso no faltó en la novillada de ayer. Hubo.
Buena corrida en El Escorial
Carlos Aragón cortó ayer cuatro orejas en la corrida de El Escorial, que tuvo buen resultado. Gabriel de la Casa, pitos y oreja. Luis Miguel Campano, vuelta y silencio. Se lidiaron toros de Los Eulogios.
En Palma de Mallorca, novillos de Pérez Tabernero. Antonio Mondéjar, vuelta, y aviso y vuelta. Jerezano, dos vueltas y oreja. Juan de Córdoba, aviso en ambos. En el Tiemblo, novillos de Sagrario Aguirre. El rejoneador Juan A. Pacios, ovación. José Andrés González, silencio en su lote. Luis Milla, dos orejas y ovación.
Por otra parte, el próximo domingo habrá novillada en Las Ventas, con reses de José Romero para Paco Machado, Alberto Ballester y Luis Miguel Calvo.
Babelia
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