Barrionuevo y el 'contraterrorismo'

El artículo que dedicó el ministro Barrionuevo a su política contraterrorista para hacer un balance de su actuación durante estos últimos cuatro años examinaba tres puntos: las medidas policiales, la colaboración francesa y la reinserción social. Hay, sin embargo, dos aspectos que el ministro eludió u olvidó. El primero -y aquí la responsabilidad del Gobierno es pública y directa-, la vigencia de la llamada ley antiterrorista, recurrida por supuesta inconstitucionafidad. La aplicación de esta ley ha permitido o cuando menos no ha impedido la práctica de malos tratos a detenidos, hasta llegar al triste y oscuro caso de Mike1 Zabalza. El segundo, el aumento de la actividad de los GAL tanto en Euskadi norte (etarras o ciudadanos) como en Euskadi sur (Brouard). Los GAL han sido repetidamente acusados de connivencia (por no decir apoyo y financiación directos) con grupos de información españoles. Y es aquí donde el subconsciente de los mandos de Interior, tanto con UDC como con el PSOE, les traiciona: cuando descubrieron que las siglas del Mando único de la Lucha Antiterrorista eran, periodísticamente, MULA (adivinen las connotaciones), decidieron cambiar lo de anti por contra (MULC). Sin embargo, o no se dieron cuenta de que lo estropeaban aún más o descubrieron algunas de sus cartas.La razón es obvia: cualquier palabra que lleve el prefijo contra indica normalmente anulación de una acción con una acción semejante. En esa línea, el contraterrorismo puede ser definido como el combate del terrorismo con acciones terroristas. Y estas acciones no las cumple la policía (dejando a un lado actuaciones individualizadas), sino los GAL.

Le aconsejo a Barrionuevo que, si repite de ministro, o bien nos enseñe todas las cartas de los GAL o vuelva a llamar antiterrorismo a las acciones de la policía y la justi cia contra grupos armados.-