La Administración central estudia el cierre del puerto de Bilbao

El Gobierno central está estudiando la posibilidad de decretar el cierre del puerto autónomo de Bilbao, cuyos trabajadores llevan 50 días de huelga, si en breves fechas "no ajustan a la legalidad" el acuerdo suscrito el pasado día 6 de junio entre empresas y trabajadores y no aceptado por la Administración. Según fuentes oficiales, esta decisión podría incluso adelantarse a la fecha de la celebración de elecciones generales, es decir, antes del 22 de junio. Fuentes del comité de los trabajadores portuarios de Bilbao señalaron que "si se produce el cierre, es culpa de la Administración".El acuerdo suscrito el pasado día 6 de junio entre los estibadores bilbaínos y la mayor parte de las empresas portuarias, consistía en que las empresas se comprometían a contratar a los trabajadores -alrededor de un millar, en el puerto de Bilbao- en turno de rotación de la OTP (Organización de Trabajos Portuarios), frente al sistema laboral dictado por el decreto ley del Gobierno central, que sustituye la OTP por una sociedad mixta pública-privada -con mayoría participativa del Estado- que es quien organizará la gestión del censo discontinuo. Los trabajadores portuarios no quieren renunciar a ser "un colectivo único", por el que todos ellos se someten al trabajo rotatorio, sin que existan estibadores fijos.

Acuerdo 'irregular'

Según José Miguel Abarrategui presidente del puerto autónomo de Bilbao, "el acuerdo firmado entre trabajadores y empresarios bilbaínos es irregular". Sin embargo, Abarrategui mostró su esperanza en que tal pacto "adopte marcos legales, porque la ley no es tan rígida como para no llegar a acuerdos". Una vez desconvo cada la huelga de estibadores en toda España, ayer en Bilbao trabajaron alrededor del 10% del censo de los trabajadores, con grúas privadas, nombrados por el comité de empresa.En la reunión celebrada ayer en el Ministerio de Trabajo, en Madrid, donde se estudió la decisión gubernamental de considerar el cierre del puerto autónomo de Bilbao y con éste, el cese del censo de trabajadores, estuvieron presentes el ministro de Trabajo, Joaquín Almunia, el secretario general de Empleo, Álvaro Espina, el consejero de Ordenación y Transportes del Gobierno vasco, José Ramón Stomba y el viceconsejero del departamento, además del delegado del Gobierno en el País Vasco, Ramón Jáuregui, el presidente del puerto autónomo de Bilbao, y el gobernador civil de Vizcaya, Iñaki López. Tanto el diputado general de Vizcaya, José María Makua, como el alcalde de Bilbao, José Luis Robles, no acudieron a la reunión aunque fueron citados. Según manifestó Abarrategui, el ejecutivo vasco asiente a la decisión gubernamental.

Las pérdidas que está ocasionando la paralización del puerto de Bilbao son incalculables por el momento, según manifestaron a este periódico fuentes de la Cámara de Comercio de Bilbao. Según la dirección del puerto autónomo existen más de 3.000 millones de pesetas de pérdidas para todo el conjunto de empresas que trabaja en el puerto, incluido el propio organismo. Esta situación agrava la crisis económica, ya que el 80% de las mercancías que entran en Euskadi lo hacen por este estuario.

Fuentes oficiales informaron a este periódico que el previsible cierre del puerto de Bilbao conllevaría "una negociación desde cero de la apertura del puerto", ya que, añadieron, "si en estos días no se aceptan las negociaciones, la Administración entiende que están agotadas todas las vías y ha de decidir el cierre".

Los estibadores admitieron que han recibido en solidaridad más de 10 millones de pesetas de los trabajadores portuarios del resto de España.