La ONCE acusa al Gobierno de discriminación y acoso a la venta del cupón de ciegos
Las medidas que pretende adoptar el Gobierno en relación con las diversas formas de juego de la Administración y del cupón de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) ha provocado una dura reacción de los dirigentes de este último organismo, quienes se sienten "discriminados y acosados", especialmente por el Ministerio de Hacienda. El Gobierno ha anunciado medidas para "frenar la expansión de la venta del cupón".
El pasado 19 de mayo, el consejo de protectorado de la ONCE, que preside el ministro de Trabajo y en el que tienen mayoría los representantes de los ministerios de Trabajo, Presidencia, Economía e Interior, acordó suprimir el sorteo del 1 de enero y la reducción de los premios de los viernes a partir del próximo día 1 de julio. El consejo de protectorado tiene competencia para fiscalizar las cuentas y orientar los presupuestos.Si se llevan a efecto estas medidas, en la práctica el comprador habitual de cupones de los ciegos ya no podrá optar a un sorteo extraordinario de varios millones de pesetas en premios el día 1 de enero ni a los premios, también de varios millones, de los viernes.
Casi un mes después de haberse celebrado la citada reunión, la dirección de la ONCE ha denunciado este acuerdo, que fue aprobado con los votos en contra de los representantes de este organismo, ha expresado su "indignación y protesta por el trato abiertamente discriminatorio de que viene siendo objeto sistemáticamente por parte del Gobierno durante los últimos tiempos".
Los máximos dirigentes de este organismo, que agrupa a unos 30.000 ciegos de toda España, anunciaron ayer que adoptarán incluso medidas de fuerza si la Administración continúa en su política de acoso y discriminación contra la organización.
Estiman estos directivos que las medidas administrativas supondrán una reducción de más de 31.000 millones de pesetas sobre la cifra de ingresos propuesta por la ONCE, "lo que sitúa a la organización", según sus directivos, "en franca precariedad y pone en peligro los logros conseguidos en los últimos años y la mejora de las condiciones de vida de los ciegos". El Gobierno quiere poner como techo de ingresos de la ONCE para este año por la venta del cupón la cifra de 143.000 millones de pesetas y para ello elimina el sorteo del 1 de enero y reduce los premios de los viernes.
Los directivos de la ONCE acusan a la Administración de empeñarse en contemplar a esta organización desde una perspectiva economicista, "sin comprender el sentido último de su razón de ser y la importante labor social que desarrolla".
El director general, Miguel Durán, dijo que habían intentado dialogar con la Administración sin que hasta ahora lo hayan conseguido. "Por ello, el Consejo General de la ONCE ha constituido una comisión que se encargará de coordinar las medidas de fuerza en el caso de que no haya una repuesta positiva por parte de la Administración". "Se quiere controlar a la ONCE", añadió Durán, "cuando es una organización supercontrolada y cuando el dinero que mueve supone un 4% aproximadamente del dinero que se mueve en el mercado del juego en España".
Fuentes de la Administración han señalado que, aunque la decisión del consejo de protectorado de la ONCE será elevada a un Consejo de Ministros, no se ha podido determinar con exactitud si será estudiada antes o después de las elecciones. Entre las razones que esgrime la Administración para adoptar estas medidas se encuentran, por una parte, el hecho de que el cupón de los ciegos limitaba los ingresos de la lotería nacional del fin de semana y que la ONCE ha convertido el sorteo del cupón en un negocio boyante ajeno a la condición de organismo de desarrollo social y asistencial. Se produce, en opinión de las mismas fuentes administrativas, una competencia desleal, puesto que la ONCE no paga tasas por el cupón y el Estado no se lleva ningún porcentaje de este juego, mientras que sí lo hace con la lotería o el loto. En su conjunto, el juego aporta al Estado en España 500.000 millones de pesetas al año.
