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Francia hace pública su ficha sobre el pasado militar de Waldheim

El Gobierno francés hizo pública ayer, 48 horas antes de las elecciones presidenciales austriacas, la ficha de información sobre el pasado militar del candidato Kurt Waldheim, en la que se demuestra que entre 1942 y 1945 sirvió en la región de Arsakli, cerca de Salónica, bajo las órdenes del general Alexander Loehr, ejecutado por crímenes contra la humanidad tras la II Guerra Mundial. Kurt Waldheim mantuvo inicialmente que por esas fechas se encontraba en Viena, dado de baja por enfermedad y estudiando filosofia. Luego reconoció que estuvo en Arsakli, pero no que se le dio el alta, cosa que demuestra la ficha francesa.

Ésta es la primera vez que un Gobierno difunde oficialmente un documento sobre el pasado militar de Waldheim. La ficha, que ha sido revelada a petición de la Fundación Simón Weisenthal, fue realizada en 1979, de acuerdo con la información que figura en los archivos de la Oficina para las Víctimas y Prisioneros de Guerra de la Wehrmacht (WAST), que se encuentran en Berlín y que fueron colocados bajo tutela francesa en 1946.La ficha establece la filiación, grado y placa de identidad de Kurt Waldheim, así como las "afectaciones sucesivas conocidas". El ex secretario general de la ONU ingresó en la Wehrmacht el 19 de noviembre de 1939 y resultó herido en un muslo en diciembre de 1941, pero el 6 de marzo del año siguiente fue considerado apto y se reincorporo a una unidad denominada Kavallerie Erstaz Abteilung 11. Una semana más tarde, fue destinado al Oberkommando Heeres, grupo E, que operaba en los Balcanes bajo las órdenes de Loerh. Entre enero y marzo de 1944, volvió a ser hospitalizado, "por problemas de tiroides", pero una vez dado de alta volvió a su unidad. Éste fue su último destino conocido.

El portavoz del primer ministro no supo explicar por qué las autoridades francesas decidieron expurgar en 1979 el archivo de WAST en busca de datos sobre la historia militar de Waldheim. Sin embargo, confirmó que, según consta en dicha oficina, la ficha fue realizada por un militar francés, cuya identidad no ha sido facilitada pero que ha sido localizado y que está siendo interrogado. Tanto Valéry Giscard d'Estaing, entonces presidente de la República, como Jean François Poncet, ex ministro de Exteriores, han afirmado ya que ignoraban la existencia de ese documento.

La clase política francesa se interroga tanto sobre las razones que llevaron a realizar esa investigación como sobre los motivos por los que el actual Gobierno francés ha decidido hacerla pública pocas horas antes de que los austriacos acudan a las urnas.

La campaña ante las etecciones presidenciales austriacas que se celebrarán el domingo finalizó ayer con un último intento del candidato socialista, Kurt Steyrer, de utilizar las críticas internacionales a su rival, Kurt Waldheim, para hacer frente a la desventaja que le predicen los sondeos y que parece ya del todo insuperable. En una conferencia de prensa en Viena, Steyrer, de 66 años, médico dermatólogo y ex ministro de Sanidad, manifestó que Waldheim se verá con grandes dificultades para mantener contactos con otros jefes de Estado en el mundo si es elegido.

Tras la primera ronda de las elecciones, el 4 de mayo, en la que ninguno de los candidatos presentados obtuvo la mayoría absoluta de los votos emitidos, necesaria para ser nombrado jefe del Estado, el socialista Steyrer se había negado a entrar en la polémica sobre el pasado de su rival. En la primera ronda, Waldheim logró el 49,7% de los votos y Steyrer el 43,7%. Los últimos sondeos dan a Waldheim una cómoda ventaja de entre seis y siete puntos sobre Steyrer y nada induce a prever que pueda darse un brusco cambio de opinión en el electorado.

Waldheim, seguro de su victoria e inasequible al desaliento pese a las masivas críticas intemacionales y las continuas noticias de la apertura de investigaciones oficiales sobre su pasado en diversos países occidentales, cerró ayer su campaña asegurando que toda la "infame campaña difamatoria" que le rodea quedará zanjada de inmediato tras su elección el domingo.

El pasado jueves, Waldheim habló en un mitin en la localidad de Amstetten, donde volvió a utilizar los argumentos que omite en sus conversaciones con la Prensa extranjera, pero que sabe muy útiles en la captación del electorado. Según dijo, durante la guerra, en los años que no mencionó en sus biografías, estuvo cumpliendo su deber, "como centenares de miles de austriacos". Su estrategia de vincular su destino como oficial bajo el mando del general Alexander Loehr a la suerte del austriaco medio llamado a filas le ha valido la solidaridad de una gran parte de la generación que vivió la guerra.

Durante el mitin en Amstetten fue detenida Beate Klarsfeld, conocida por sus actividades de denuncia contra antiguos nazis, que intentó interrumpir la asamblea electoral con un grupo de seguidores que enarbolaban pancartas en las que se acusaba de "mentiroso" al candidato conservador.

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