Chirac madruga y provoca otra moción de censura en la Asamblea francesa

El primer ministro francés, Jacques Chirac, se presentó ayer, a las 7.20, en la Asamblea Nacional para comprometer, por tercer vez en dos semanas, la responsabilidad de su Gobierno e impedir que se discuta artículo por artículo la ley de Finanzas rectificativa. Chirac compareció ante los diputados, que habían pasado toda la noche debatiendo el proyecto, pira anunciar que recurría de nuevo al artículo de la Constitución que le permite solicitar un voto único sobre el conjunto de una ley. Si lo perdiera, lo que es matemáticamente imposible, estaría obligado a dimitir. Los socialistas, que presentaron inmediatamente una moción de censura, y el partido de extrema derecha Frente Nacional, consideran que el procedimiento elegido es en este caso anticonstitucional, porque impide que el Parlamento cumpla con una de sus funciones primordiales, el debate de los presupuestos del Estado.

El primer ministro ha corrido el riesgo de que le acusen de menospreciar a la Asamblea porque teme las tensiones internas de su propio grupo parlamentario y porque sus dos leyes anteriores (medidas económicas y sociales y reforma electoral) no pueden llevarse a la práctica sin corregir el presupuesto para 1986. La decisión de comprometer su responsabilidad acelera el procedimiento, pero da nuevos argumentos al presidente de la República, François Mitterrand, quien se ha declarado alarmado por el hecho de que el Parlamento no haya logrado todavía discutir normalmente una sola ley.

El proyecto de reforma del presupuesto incluye medidas tan importantes como la supresión del impuesto sobre las grandes fortunas, la amnistía fiscal para todos aquellos que repatrien el capital evadido ilegalmente y paguen una tasa única del 10% y el restablecimiento del anonimato para la compra de oro.