Miró es el próximo protagonista
La próxima exposición del Reina Sofía estará dedicada en octubre a dos históricos de la vanguardia española: Joan Miró y Julio González. Se expondrá una colección de 25 esculturas de Joan Miró, procedentes de la Fundación Miró de Barcelona y de otras entidades internacionales, y la colección de obras de González que el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) acaba de adquirir.
Esta noticia se unió ayer a la propia de la inauguración del centro, que se abrió en medio de una gran expectación.
Aurelio Torrente, director del Museo de Arte Contemporáneo, asegura que no conoce detalladamente el destino del centro, pero advierte que éste debe de contar con "una importante colección de arte contemporáneo, carencia que sufría el Pompidou y que recientemente ha sido corregida".
Se ha dicho -lo ha dicho el ministro Solana- que "el Reina Sofía podrá ser el Prado del siglo XX". El director del Prado no podía corroborarlo ayer: "Yo no soy profeta". Como director de museo, no le concede excesiva importancia al hecho de que este centro se abra descabezado, "porque incluso puede haber director y ser cambiado inmediatamente, de modo que sea irrelevante su presencia ocasional. Lo que es importante es que haya planificación".
Varios artistas españoles estuvieron presentes en la inauguración. Alfonso Albacete considera que el centro es interesante, pero manifiesta su miedo ante los centros polivalentes. "Creo que hubiera sido mejor que estuviera centrado en una sola actividad. Me da la mismo pintura, escultura o vídeo, pero una sola cosa, porque así se corre el peligro de que al final reine la confusión". Luis Gordillo no quiere que el Centro de Arte Reina Sofía se asemeje al centro Georges Pompidou francés. "La sola comparación me da vergüenza... Somos muy dados a copiar modelos de fuera y a mí eso me parece penoso. Aquí puede haber un problema de dinero, porque si no se han podido soportar los gastos del Museo Español de Arte Contemporáneo (MEAC), me gustaría que me explicaran cómo se va a poder mantener algo que pretende ser mucho más grande. Sería maravilloso contar con un gran centro, pero me temo que va a ser muy difícil que el Estado pueda afrontar lo económicamente. Pienso que lo lógico sería traer aquí el MEAC y crear una colección de arte contemporáneo que arrancara del Guernica de Picasso, pero parece que también hay problemas administrativos para ello. De todas formas, los juristas hacen maravillas, y si se quiere hacer algo importan te, habrá que tomar decisiones arriesgadas". El compositor Luis de Pablo coincide con Gordillo en que "hay que olvidarse del Pompidou, porque son otras características y otra estructura. Creo que hay que ver nuestras propias necesidades y atenderlas".
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