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Dos bacaladeros gallegos, ametrallados y apresados por un guardacostas de Canadá

El guardacostas de la Armada canadiense Cape Roger ametralló y lanzó bombas de humo sobre los bacaladeros gallegos Julio Molina y Amalia Meirama la noche del sábado, cuando navegaban en aguas internacionales, a 700 millas de las costas de Terranova y rumbo a las Azores, según el programa Onda pesquera, de la cadena SER. Los pesqueros españoles, que faenaban a 200 millas de la costa canadiense, huyeron nevando a bordo a cuatro militares de ese país que les habían abordado con la intención de sancionarles por faenar en sus aguas jurisdiccionales, e intentaban llegar a aguas territoriales portuguesas para pedir ayuda, perseguidos por la nave canadiense. Tras ser apresados, los pesqueros eran conducidos ayer por la noche hacia el puerto de Saint-John's, en Terranova.

Autoridades canadienses han indicado que entre las tripulaciones de los barcos pesqueros españoles no hay ningún herido ni contusionado. "Esperamos que los pescadores extranjeros que tienen la intención de pescar ilegalmente en nuestra zona entenderán claramente nuestro mensaje", declaró tras el apresamiento el ministro canadiense de Pesca, Tom Siddon.El ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, declaró ayer, en relación a este incidente, que España y Canadá tienen diferentes criterios sobre la interpretación de las 200 millas de la zona económica exclusiva. El ministro añadió que cuando disponga de información completa sobre el incidente lo comunicará. a la CE, "porque la Comunidad tiene también problemas pesqueros con Canadá".

El capitán español ordenó parar las máquinas y entregó los barcos para no sufrir nuevos ataques. Varios militares canadienses fuertemente armados se hicieron cargo de los pesqueros españoles y pusieron rumbo hacia el puerto de Saint John, en Terranova.

Los 50 bacaladeros españoles que faenan cerca de aguas canadienses intentarán interceptar el barco de guerra canadiense y a los dos pesqueros gallegos apresados antes de que entren en aguas jurisdiccionales de Canadá, según la mencionada emisora de radio.

El capitán de otro barco español indicó que los incidentes comenzaron en la madrugada del día 22, cuando el Julio Molina y el Amalia Meirama se encontraban pescando a dos millas fuera de las 200 de las aguas jurisdiccionales de Canadá y recibieron una orden para que interrumpiesen su trabajo y levantasen las redes, ya que cuatro inspectores canadienses querían realizar una visita rutinaria.

Los inspectores, una vez a bordo, se identificaron como oficiales de la Armada de Canadá e intentaron que los españoles firmaran unas actas en las que reconocían que el día anterior habían estado pescando milla y media dentro de las aguas canadienses. Los españoles se negaron a firmar e invitaron a los cuatro inspectores a abandonar los barcos, indicándoles que se encontraban en aguas internacionales y que allí no tenían ninguna autoridad. Los militares canadienses se negaron a abandonar los pesqueros, que emprendieron la huida.

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