Una mampara costosa

En noviembre de 1981, el jefe provincial de Comunicaciones de Alicante, señor Rullán, contestaba a una solicitud de mejora de las condiciones de seguridad de Telégrafos de Benidorm, solicitud efectuada por los propios funcionarios locales, en los siguientes términos: "Se propone al centro directivo la instalación de una mampara de seguridad, con cristal blindado que impida el libre acceso a las dependencias de la oficina de las personas ajenas al servicio, completando con ventanillas de seguridad adicionales".No se hizo nada de aquello, y el martes 11 de enero de 1983 dos jó-

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venes asaltaban dicha oficina de telégrafos -sin ninguna condición de seguridad-, llevándose un botín de 400.000 pesetas poniende en peligro la vida de dos funcionarios y de un particular durante varios minutos. A raíz de este heche se renovaron las quejas, que tuvieron ajustado eco en la Prensa de Alicante, se insistió en la solicitud precedente. ¿Sirvió todo aquello para algo? Podemos asegurar que sí, ya que, pocos días después, personal especializado se encargó de tomar medias pertinentes para la futura colocación de una mampara.

Pero se olvidó el tema, no se hizo nada de aquello, y el martes 26 de noviembre de 1985, un par de jóvenes súmamente excitados asalta ban las oficinas de telégrafos de Benidorm -sin ninguna condición de seguridad- a punta de pistola y se llevaban un botín cercano a las 600.000 pesetas, dejando atado de pies y manos a un funcionario. Era de noche, cerca de las ocho de la tarde, que es la hora del cierre. Casi exactamente a la hora del robo de 1983. Y también un martes. Ya el señor Rullán había dejado para entonces su puesto de jefe provincial de Comunicaciones de Alicante al solicitar traslado, tomando el relevo en el mismo el señor Rodríguez Tovar.

En la tarde del miércoles 30 de abril del presente año, hace unos días como quien dice, tres jóvenes armados asaltaban la misma oficina de telégrafos de Benidorm -sin ninguna condición de seguridad-, dejando atada y con un susto de muerte a la funcionaria, y llevándose un botín de 500.000 pesetas.

A la Administración española (a la sociedad española) le está saliendo la mampara por 1.500.000 pesetas, de inomento. Es "la mampara de telégrafos de Benidorm", que por culpa de la inoperancia pública empieza a a tomar cuerpo de leyenda local.- Javier Quintado.