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Tribuna:FERIA DE SAN ISIDRO
Tribuna
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Vicente Molina Foix

La noticia de que algunos toreros protestan por lo poco que el Gobierno se ocupa de limpiar la estampa chabacana que de la tauromaquía se tiene fuera de España, despierta simpatía. El portavoz primero de estos jóvenes airados del estoque es el gran matador Luis Francisco Esplá, de quien se dice que tiene vastos conocimientos de sociología y buena mano para el dibujo artístico. Esplá se rebela contra la imagen exclusiva de "crueldad populachera", y su queja amarga es que "hasta las películas taurinas reflejan una España de charanga y pandereta".Yo ví dar pases antes en la pantalla queen la arena, a pesar de venir de tina, tierra que proporciona a la lidia con perioricidad figuras de tronío, como lo son Luis Francisco Esplá, el hermano de Esplá, el padre de Esplá y, es de esperar, más retoños futuros de ese buen tronco taurino. Por eso al tiempo que comprendo el tesón de estos espadas intelectuales en despejar el aura de ordinariez y truculencia con que muchos les pintan, me atrevo a desear que la Fiesta no pierda nunca la excrecencia legendaria, ligeramente mixtificada, que las historias universales de la infamia y la. fama, ambas en colaboración, le han colocado.

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La difusión del tópico taurino es obra, en efecto, de las películas de sangre, arena, los viajeros .Y románticos ingleses, las damas climatéricas francesas que gritan encendidas "¡toguego!", al primer rriuletazo y ¿los o tres pintores posimpresionsitas. Pero, ay, qué sería de este hermoso ritual sin la fuerza vinculante del tópico y el mito, que convierten en un eterno retorno la asistencia del aficionado a las plazas. Respetando al matador celoso de su arte, hay que darle un voto de confianza al mitómano.

Ahora empieza a cundir entre nosotros la figura del torero interdisciplinar, que no hay que confundir, claro está, con la del matador tradicional amigo de los versos y mecenas de intelectuales menesterosos, Esplá es un caso muy destacado de la nueva especie, pero también se ha oído recientemente de un torero fisioterapeuta, y nadie hoy puede asegurarnos que no se esté gestando a la sombra de los tendidos una generación de novísimos del capote pasados por las aulas universitarias, versados en hermenéutica taurina y quien sabe si influidos al empuñar la espada por. los escritos de erudición sobre la Fiesta de Bergamín y Pin, Romero de Solíl, Troyano, Sánchez Dragó, Echeverría y otros maîtres à penser. ¿Toreo de salón? Toreo de sillón, de mucho codo, apunte y hasta de silogismo, más que de virtuosismo, si los futuros toreros tratan de hacer honor en la arena a las ocurrentes especulaciones de estos filósofos que no temen bajar al ruedo.

Antes que el pensador moderno elucubrara, ya los británicos se desgañitaban -con su yo escindido entre la devoción a los derechos del animal y el hervor primario de la sangre- y los americanos erigían a Mario Cabré como prototipo del toreador escultural. Hay, en efecto, como dice Esplá, mucho oropel en la visión extranjera del toreo, pero no hay, al mismo tiempo, término a mi juicio más noble que el que en inglés designa al torero: bullfighter, "luchador con el toro".

Con la mirada ordinaria del folclore, el torero es elevado, tras un esfuerzo extraordinario de lucha a muerte con el toro, al escalón del héroe. Héroe bruto y tópico, porque todos lo son, desde Grecia, adornado con el culto de la habilidad y más llamativo para los del Norte por su apostura meridional. Por supuesto que frente al tejido de la leyenda queda la posibilidad de rebajar las tintas chillonas, y también el recurso de denunciar el cambalache administrativo que rodea a los toros, de la manera en que antaño lo hacían valerosa y plomizamente los dramaturgos social-realistas y los realizadores comprometidos. Pero no me parece que así se sanearía y desde luego quedaría exhaltada a los espacios de la elegancia una fiesta que al común de la gente, gusta por lo que tiene de gesto primitivo e iniciación sangrienta, cruel, sin lugar a dudas, y chabacana sólo por lo elementar. Una fiesta llena de ruido y furia, que significa mucho.

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