¿Adónde vamos a llegar?

Está mal que en esta sociedad en que vivimos se sufra la ola de robos, atentados o la tan repetida frase "inseguridad ciudadana", pero que estos hechos se hayan extendido hasta el mismo cementerio de la Almudena es del todo inadmisible. Digo esto porque en la sepultura donde yacen mi esposa y cuñada, y no digo "descansan", aparte del expolio de plantas, flores, etcétera, ya ha sido completada por el robo de una imagen de más ole un siglo de antigüedad, que para mí representaba un gran valor sentimental. No es de extrañar que esto ocurra, ya que, según he podido observar, la vigilancia de dicho cementerio brilla por su ausencia.-