Marsillach y De Santos repasan el teatro de la década

Adolfo Marsillach y José Luis Alonso de Santos, directores de escena y autores teatrales, intervinieron ayer por la tarde en un debate moderado por el periodista y crítico teatral Eduardo Haro Tecglen, dentro de las actividades que este mes se realizan en el Palacio de Cristal del Retiro con motivo del décimo aniversario de EL PAÍS.

Haro TecgIen destacó en su presentación las diferencias en la manera de hacer teatro que existen entre los dos invitados al encuentro, que en las últimas temporadas han cosechado éxitos taquilleros. Marsillach, sacando el hecho teatral de las catacumbas a las que se veía sometido en etapas anteriores, y Alonso de Santos, eligiendo el teatro subterráneo.

El debate se convirtió en una tertulia que se centró en analizar qué había pasado con el teatro que hace dos lustros realizaban. Marsillach estrenaba entonces el primer texto de Fernando Arrabal en un teatro comercial en España y Alonso de Santos, hombre alimentado en el teatro independiente, empezaba a destacar como autor a raíz de Viva el duque nuestro dueño. No fueron tan claros los invitados en sus respuestas sobre qué había ocurrido con los autores consolidados en aquella época, como Antonio Gala, Antonio Buero Vallejo, Jaime Salom...

Ambos consideraron el teatro como un transmisor de las diferentes culturas, aunque este reto se tenga que plantear desde los textos clásicos, que Marsillach considera que llegan a ser clásicos "por lo que tienen de vivos".

Tras unas reflexiones sobre el divismo y virtuosismo que hoy acecha a la escena española, el debate finalizó con la cuestión planteada de las ayudas de la Administración y el temor expuesto por Haro TecgIen de que hoy no se estrene pensando en el público, sino en el prestigio.