_
_
_
_

"¿Triste yo?"

Gabriela Cañas

José Luis Perales se niega a reconocerse como un triste, aunque admite que su propia madre llegó a creer que lo era. "¿Triste yo? Pero si soy inmensamente feliz, si soy un cachondo, ¿te cuento chistes?". Desde 1973 suena la voz de Perales en los tocadiscos llorando los desamores, los celos mal reprimidos y la infidelidad conyugal. Y él se empeña: "Pero también le canto al amor maravilloso y lanzo la imagen de los niños, fresca, maravillosa y tierna, que es tan positiva, y defiendo a los adolescentes y les digo que no todo son porros, ni mucho menos, que sigan adelante, que se rebelen contra esa sociedad que les margina. Lo que pasa es que hay cosas en la sociedad que me duelen, como el desamor de la gente o la infidelidad que veo en otros. Eso sí lo canto con cierta tristeza, pero no busco el melodrama ni exploto ese mensaje".

Más información
José Luis Perales, un lanzamiento al estilo Julio lglesias

Ésta es la decimoquinta entrevista de la jornada que concede José Luis Perales. Ha hablado para las emisoras, para la televisión y para todo aquel periodista que ha pedido la vez. Una y otra vez subraya su sencillez, su imagen de anti-estrella, mientras su representante y los de la CBS le llevan y le traen de un micrófono a otro, de un sofá a otro para posar con su esposa. José Luis tiene ya muchas tablas y no ha perdido la sonrisa ni siquiera cuando los fotógrafos le han hecho un plante porque después de comer le han dado la exclusiva de las fotos por su casa a la revista ¡Hola! Alguien comenta que tanto trajín y tanta paciencia con los chicos de la prensa -"sois tan maravillosos todos", dice en la cena- son el precio de la fama. Su precio, los mil millones, es tema que elude fácilmente. "Igual gano dos mil", dice mirando al director de la compañía en España.

José Luis Perales sigue pensando en terminar con todo eso que rompe su vida íntima, cuando acaba de firmar un contrato millonario que le obligaá colaborar en la promoción de sus discos. Y si se le tacha de ingenuo, de defiende: "Soy bastante ingenuo, querida, y me gusta seguir siéndolo".

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_