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Tropas surafricanas atacan en Zambia, Zimbabue y Botsuana

El Ejército surafricano realizó en la madrugada de ayer una triple incursión contra Zambia, Zimbabue y Botsuana, dirigida contra bases del Congreso Nacional Africano (ANC), el principal grupo guerrillero que combate al régimen racista de Pretoria. El balance de las incursiones es de tres muertos, varios heridos, un número indeterminado de desaparecidos y diversos edificios derruidos. La destrucción de estos objetivos parece ser también la de las frágiles esperanzas de que se emprendieran negociaciones entre el ANC y el Gobierno surafricano. Fuentes diplomáticas consideran factible que el grupo de mediadores de la Commonwealth que se encuentra en la región con este propósito recomiende la adopción de sanciones contra Pretoria.

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Condena mundial

El denominado Grupo de Personas Eminentes, encabezado por el ex primer ministro australiano Malcom Fraser, llegó de Lusaka, capital de Zambia, a Ciudad del Cabo a última hora del domingo para reanudar su propósito de acercar al Gobierno surafricano y al ANC; lograr la puesta en libertad de Nelson Mandela, líder histórico del ANC, y que se levante la ilegalización de este grupo a cambio de la suspensión de las acciones de violencia en las ciudades.Antes de partir para Zambia, el pasado viernes, la misión estaba ya tocada de ala. Tras la triple incursión del lunes parece una misión imposible.

Fuerzas helitransportadas se desplazaron 600 kilómetros al norte: de Suráfrica, hasta Harare, para realizar el primer ataque de la historia contra la capital de Zimbabue. Una oficina del ANC en el corazón de la ciudad y una casa de tránsito en un barrio fueron atacadas por soldados. La casa fue tiroteada y la oficina atacada con granadas, aunque, según los testigos, resultó menos dañada. Sólo se produjo un herido, según una fuente gubernamental de Harare, que también dio cuenta de la desaparición de varios miembros del ANC. Otras fuentes indicaron que la policía había advertido a los ocupantes del edificio de la inminencia del ataque surafricano, y que éstos buscaron refugio en otra zona.

Poco después del amanecer, aviones surafricanos atacaron el Departamento de Información y Publicidad del ANC, a unos 15 kilómetros de Lusaka. El presidente Kenneth Kaunda, que condenó inmediatamente la incursión, dijo que el centro atacado en Makeni era un campo de refugiados. "Han muerto un zambiano y un refugiado", anunció.

El tercer ataque también lo realizaron soldados helitransportados hasta Gaberone, la capital de Botsuana, donde atacaron unas instalaciones de tránsito. El presidente de este País, Quett Masire, dijo: "El ataque ha sido típicamente traicionero; no fue provocado y no fue anunciado", y manifestó que la fuerza antiaérea de su país había derribado un helicóptero. Un maestro botsuano resultó muerto y otras tres personas heridas.

Las conversaciones que estaban programadas para el viernes entre los Gobierno de Botsuana y Suráfrica para tratar de cuestiones relativas a la seguridad han sido canceladas. "Botsuana no contribuye y nunca ha contribuido a la violencia en Suráfrica. La acción del Gobierno surafricano contribuye a una escalada de violencia que probablemente culminará en un enfrentamiento brutal y sin sentido", comentó Masire.

Lanzagranadas y 'kaIashnikov'

El ataque se produjo apenas 24 horas después de que se descubriera el mayor alijo de armas capturado en Suráfrica en toda la historia de la existencia del ANC. Los 400 kilos de armas y explosivos estaban ocultos en una mina abandonada situada a unos 50 kilómetros de Johanesburgo. Entre las armas aprehendidas figuran un lanzagranadas y varios fusiles de asalto Kalashnikov.El general A. J. Liebenberg, jefe del Ejército surafricano, manifestó al anunciar "el éxito" de la triple incursion que "los Gobiernos vecinos no pueden alegar ignorancia sobre la presencia de terroristas en-sus países". "Resulta obvio que minas soviéticas y otro armamento no pueden ser introducidos en Suráfrica más que por una sola vía, la de los Estados vecinos", agregó el general. Es nuestro deber y nuestro derecho proteger a nuestra gente contra este tipo de terror".

[Cuatro "sospechosos" de estar relacionados con el ataque surafricano contra Zimbabue fueron detenidos ayer, según informó el propio primer ministro, Robert Mugabe, en conferencia de prensa, informa Reuter].

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