Investigadores españoles estudian la combustión en el espacio

Un proyecto de investigación español sobre la combustión en el espacio, dirigido por el profesor Carlos Sánchez Tarifa, puede tener aplicación para apagar posibles incendios en naves espaciales. El proyecto es el primero del mundo que intenta conocer cómo se propaga el fuego en un ambiente sin gravedad, según Sánchez Tarifa. Está financiado por la Agencia Espacial Europea, con la colaboración de la agencia espacial norteamericana (NASA) y de la universidad de California en Berkeley.

Participan en este proyecto, por parte española, el laboratorio de aerodinámica de la Escuela Superior de Ingenieros Aeronáuticos, que dirige Sánchez Tarifa, y el Instituto Nacional de Tecnología Aeroespacial (INTA).Sánchez Tarifa presentó los primeros resultados del proyecto en las Jornadas Internacionales sobre Física de Fluidos, que se han celebrado en la Fundación Ramón Areces. En ellas han participado, además de destacados especialistas extranjeros, grupos de trabajo de distintas universidades españolas -particularmente, de escuelas especiales-, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y del INTA.

Física de fluidos

La fisica de fluidos está considerada como una de las nuevas tecnologías, por sus enormes aplicaciones en distintos sectores industriales, según dijo el coordinador general de las Jornadas, el profesor Manuel García Velarde. Su objetivo ha sido el de reunir a los grupos españoles que trabajan en este campo para coordinar sus esfuerzos."El análisis de la combustión en el espacio tiene tres posibles aplicaciones", explicó Sánchez Tarifa, "pero el más importante es conocer cómo se propagaría un incendio en una nave espacial, con el propósito de poder combatirlo y dominarlo". Esta aplicación es la más importante desde el punto de vista práctico y en la misma están.intéresadas las agencias espaciales de Estados Unidos y de Europa.

La segunda aplicación es "estudiar los fenómenos de la combustión que la gravedad enmascara, con el fin de tener un más exacto conocimiento científico de la misma".

"Por último, la tercera aplicación", añadió, "aunque remota, es la posibilidad de estudiar la combustión en el espacio con fines técnicos o científicos, hoy algo prohi bitivo al desconocer cómo se manifiesta". El programa realiza en tierra una estimación de lo que va a ocurrir y después utiliza unos aviones especiales de la NASA, que se aceleran, se elevan a gran altura y, antes de volver a tierra, forman un arco durante el cual se consigue tan sólo una centésima de gravedad en unos 25 segundos.

Distintos parámetros

"Enviamos las cámaras de combustión y dentro de ellas, en atmósferas controladas de oxígeno y nitrógeno, fotografiamos y medimos a qué velocidad y cómo se propaga una llama, a fin deconocer distintos parámetros que intervienen en este fenómeno, entre ellos la presión y la composición de la mezcla de distintos combustibles. Incluso existe una posibilidad, aunque todavía no prevista, pero sí estudiada, de utilizar cohetes espaciales. "Si se lanza un cohete fuera de la atmósfera, al regresar a tierra tiene seis minutos de caída libre, sin gravedad, lo que da mucho más tiempo para preparar las cosas. El experimento es más caro porque hay que tener todo automatizado con telernetría", dijo Sánchez Tarifa. "Es un programa para el futuro. Es tan sólo una posibilidad", concluyó.