El intelectual debe asumir una posición crítica, según Benedetti
El escritor uruguayo Mario Benedetti, quien vive en España desde 1979 y que recientemente regresó a su país, pronunció ayer una conferencia en el Congreso de los Diputados titulada El escritor y la crítica en el contexto del subdesarrollo. El autor de Gracias por el fuego se refirió al papel de los intelectuales latinoamericanos ante el proyecto de una cultura de la liberación, para la que hace falta en primer término tomar una posicion crítica que asuma, en su discurso el mestizaje como parte esencial de su identidad.Benedetti citó al ensayista peruario Augusto Salazar Bondy, quien señalaba que "mientras los países subdesarrollados no toman conciencia de su precaria situación histórica, que tiene profundas bases estructurales, ignoran que la norma positiva de cultura no puede ser la del dominador, a riesgo de continuar indefinida e inevitablemente en su condición alienada".
"Conviene aclarar, sin embargo, que no sólo los voceros de la oligarquía o los canales de penetración imperialista integran una cultura de dominación. También los artistas e intelectuales estamos signados por ella. Todos la integramos, aun quienes propugnamos un cambio decisivo y asumimos la responsabilidad de hacer algo para que el cambio se cumpla. Es cierto que somos hombres de transición si bien tenemos claro el rumbo a seguir, todavía estamos apegados a prejuicios, reticencias, aprensiones, rutinas, temores, fanatismos, fobias, mitos y manías. La conciencia, esa elasticidad absoluta de que hablaba Hegel, nos empuja hacia adelante, pero la cultura del dominador en que nos hemos formado nos traba el avance o por lo menos nos propone desvíos", afirmó.
"Al dominador le interesa cultivar nuestras soledades: cuanto más aislados estemos, seremos más fácilmente dominados. A la cultura de liberación le interesa, en cambio, nuestra labor en comunidad, donde el hombre es, por supuesto, figura esencial como integrante de ese gran, protagonista que es el pueblo. Fue el ensayista brasileño Antonio Cándido quien por primera vez acuñó el término conciencia del subdesarrollo. Cuando el escritor latinoamericano se rescata a sí mismo de la visión dulzona e irreal de los últimos románticos, y luego, del paternalismo y el diagnóstico esquemático de la novela indigenista, se acerca al análisis de los economistas, quienes sin duda precedieron a los escritores en adquirir esa conciencia del subdesarrollo".
Una realidad mestiza
"Entre las conflagraciones que separan la cultura del dominador de la cultura de liberación, está por supuesto la desmitificación, que realiza esta última, de los códigos estéticos impuestos por la primera. Si seguimos el rumbo marcado precisamente por un crítico latino americano, Pedro Henríquez Ureña, y vamos en busca de nuestra expresión; si seguimos la senda de otro ideólogo de América Latina, José Carlos Mariátegui, y tratamos de interpretar nuestra realidad, hallaremos que ésta es una realidad mestiza. Pero no sólo son mestizas nuestra expresión y nuestra realidad, también lo serán nuestra búsqueda y nuestra interpretación, ya que ese mestizaje, esa impureza, esa mezcla de lenguas y costumbres, ese surtido de orígenes, ese empalme de osadías, ese crisol de revoluciones, ha generado en el tiempo un estilo propio, una identidad nueva, una conciencia colectiva que nos rescata de un pasado en que nos olvidábamos los unos de los otros y, nos lanza hacia un futuro en que acabaremos por reconocemos como astillas del mismo, palo"."Inmersos en una población latinoamericana de más de 400 millones, el escritor y el crítico son aparentemente poca cosa. Pero sucede que en una cultura de liberación nadie es poca cosa. Si queremos que el hombre de transición se convierta por fin en hombre nuevo, quizá represente una modesta pero buena ayuda que los escritores y críticos no lo dejemos en la sombra, sino que lo iluminemos, lo interpretemos, para así comunicarnos con lo mejor de nosotros mismos. Y si para ese personaje buscamos una crítica de amplio espectro que atienda a la estructura y a la palabra, al inconsciente y a la historia, es porque pensamos que esta América nuestra que ha fundado su identidad a partir de su mestizaje también requiere no una crítica monocorde y taxativa, sino una crítica integradora, vale decir mestiza", concluyó.
Babelia
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