La tarifa única del último proyecto de impuesto sobre sucesiones y donaciones oscila entre el 9% y el 35%

GUSTAVO MATÍAS, La tarifa del proyecto de impuesto sobre sucesiones y donaciones, fijada al final por Hacienda y aprobada por los subsecretarios poco antes de que se disolvieran las Cortes, oscila entre el 9% y el 35%. Por la complejidad del sistema de cálculo, los tipos efectivos que deberán pagar los herederos oscilarán entre el 0% hasta un millón de pesetas y el 82% para las mayores fortunas, mientras que ahora empiezan teóricamente en el 9% a partir de cantidades muy inferiores al millón y alcanzan en seguida altos porcentajes. No obstante, de prosperar el proyecto en la próxima legislatura, como parece muy probable, los herederos difícilmente pagarán más del 20%, salvo que se repartan fortunas superiores a los 100 millones de pesetas.

La concreción de la tarifa, que muy probablemente no sería modificada si el PSOE, gana las elecciones, según fuentes gubernamentales, ha sido el punto del proyecto sobre el que Hacienda ha esperado para pronunciarse hasta el último momento. Por ello, y pese a que la ley había sido anunciada, para la legislatura que acaba de terminar, ahora ha quedado pendiente para la próxima. Sin embargo, el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solcha,ga, ha declarado que la disolución de las cámaras podría asegurar el anticipo de la entrada en vigor del proyecto, pues si las elecciones no se hubieran celebrado hasta octubre difícilmente podría haber estado vigente al conienzar 1987, mientras que con el nuevo calendario sí podría ocurrir así.Junto a la supresión de las numerosas exenciones y a la elevación del actual mínimo exento de 10.000 a más de un millón de pesetas, todo ello en aras de simplificar el tributo, la reforma del impuesto sobre sucesiones y donaciones se basa principalmente en aplicar una nueva tarifa más sencilla y operativa.

Paga cada heredero

Según fuentes del fisco, el objetivo de cambiar la tarifa es tan "fundamental" en el proyecto como lo fue en el planteado por el Gobierno de UCD en 1978. El texto ucedista se estrelló por el propósito de cobrar en función del patrimonio del heredero, ahora básicamente mantenido. Pero en materia de tarifa era menos, ambicioso que el formulado ahora.

Tanto entonces como en la actualidad los redactores del texto han partido de considerar "aberrantes" las tarifas todavía vigentes, que datan de 1964. En la inadecuación de éstas a la realidad económico-social ha explicado el fisco la escasa importancia del impuesto, cuya recaudación actual no llega a los 50.000 millones de pesetas anuales.

Problemas actuales

Por una parte, los contribuyentes han acudido "a todos los mediosa su alcance -desde no declarara omitir bienes o disminuir el valor de los mismos- para eludir o minorar la carga tributaria". Por otra, también se ha registrado "laxitud" en los órganos encargados de gestionar el tributo, conscientes, según Hacienda, de que una aplicación rigurosa de la ley "puede dar lugar a situaciones inadecuadas".

Entre los principales defectos en la tarifa, que pretendía subsanar el fisco con su último proyecto, figuran el excesivo número de tarifas y el fraccionamiento de los primeros escalones de la base imponible. Como remedio, ha refundido las siete tarifas vigentes en sólo una y ha suprimido los escalones más bajos en la base imponible; desaparecerán los tramos de 10.000, 15.000, 25.000, 150.000 pesetas y demás, para empezar en más de 1.000.000.

Otros defectos que Hacienda pretende corregir son la regresividad del gravamen sobre herencias de cuantía superior a 10 millones, el recargo lineal del 20% para las herencias en favor de parientes colaterales de tercer y cuarto grado -cuanto no hay testamento-, y una escalada de tipos que alcanzan rápidamente niveles elevados (10% para un millón de pesetas) y que pueden llegar al 84% para herencias entre extraños.

Cuatro baremos

Frente a esta situación, la tarifa única estudiada por la comisión de subsecretarios poco antes de que fueran disueltas las Cortes (véase cuadro adjunto) oscila entre el 9% y el 35%. Su cuantía será modulada en función de coeficientes que recogen el grado de parentesco y el patrimonio del heredero, mientras que hasta ahora las siete tarifas diferentes se centran en el parentesco, aunque tienen otros tantos sistemas de recargo para adquisiciones superiores a los 10 millones de pesetas.

Como resultado de esto y de otras modificaciones, sobre todo en las exenciones y en la base imponible, los tipos efectivos que deberían pagar los contribuyen irían desde el 0% al 82%, este último para grandes fortunas o extraños que al recibir la herencia o donación tengan más de 500 millones de pesetas. En contraste, la ley vigente supone unos tipos efectivos que empiezan, más arriba, en el 9%, y llegan. también a un máximo del 82%.

La diferencia es que en la actualidad los tipos son prácticamente proporcionales y se hacen, en seguida excesivamente elevados, según el Ministerio de Economía y Hacienda, mientras que en el futuro su progresividad será. más acentuada. En la práctica, no pagarán nada las herencias; inferiores a los dos millones de pesetas. Para ello, en lugar de basar sólo la tarifa en la porción hereditaria y en el grado de parentesco, el proyecto la remite: también al patrimonio que tenga el heredero y -sólo en sucesiones, no en donaciones- a la edad del mismo.