90 italianos residentes en Libia optan por la repatriación
La evacuación de los miles de italianos que trabajan en Libia no parece inminente, aunque existe ya un plan de emergencia para que en caso de peligro pueda llevarse a cabo en pocas horas. Así lo confirmó ayer el Consejo de Ministros italiano, que estudió los planes para sacar de Libia, en caso de necesidad, a todos los italianos que deseen volver. Sin embargo, han llegado ya a Italia 90 de los obreros y técnicos que trabajaban en Libia y que han preferido voluntariamente regresar, aunque algunos de ellos han afirmado a su llegada al aeropuerto de Fiumicino, de Roma, que "piensan volver" Otros han regresado porque sencillamente se les había acabado el contrato de trabajo.Por otra parte, el Consejo anunció que los pilotos de Alitalia se rían militarizados sí fuera necesario, saliendo así al paso de los rumores sobre la negativa de los pilotos civiles de volar a Libia.
Lo curioso es que algunos de los italianos que han regresado se han convertido en el aeropuerto en periodistas. Eran en realidad los únicos enviados especiales y cronistas en directo de lo que había pasado la noche del bombardeo, ya que ningún diario italiano tenía en aquel momento a uno de sus cronistas en Trípoli. Ni lo tienen aún, porque ningún periodista ha podido entrar en Libia. Muchos de ellos llevan varios días en Malta con la esperanza de poder llegar desde allí a Trípoli.
Incluso los grandes diarios, como Corriere della Sera, Stampa, Repubblica, Il Messagero, se han visto constreñidos a hacer la información desde Roma, hasta el punto de que en la Asociación de la Prensa Extranjera los corresponsales de otros países buscan estos días EL PAÍS para leer las crónicas de su enviado especial.
Casi todos los italianos entrevistados a su llegada a Roma por los periodistas y por las televisiones han insistido en que la noche del ataque fue impresionante y que desde entonces la vida en Trípoli se ha hecho más dificil. Muchos han confesado que no se sentían seguros en este momento y que les impresionaba. mucho ver a muchachos imberbes controlar las calles con la ametralladora en las manos.
Temor a un atentado
Alguno confesó que en cuanto supo que había un avión para viajar a Italia se fue al aeropuerto sin cambiarse "ni siquiera los pantalones". Aunque todos han asegurado que los italianos han sido tratados siempre bien, que nunca los han molestado, y que por eso no se preveía una vuelta en masa, a no ser que las cosas se precipitasen en los próximos días.Mientras tanto, toda la Prensa destacó ayer una noticia llegada desde Estados Unidos, según la cual un comando libio está tramando un atentado contra Giovanni Spadolini, ministro de Defensa, por "ser el mayor amigo de EE UU y de Israel en Italia".
En Roma sigue, en efecto, presente una gran psicosis, sobre todo porque se multiplican las falsas alarmas cada día y las llamadas de teléfono que anuncian bombas en diversos centros relacionados con el Reino Unido o EE UU. Mucha gente sigue sin usar el metro y con miedo a entrar en bancos angloamericanos.
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