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VIOLENCIA EN EL MEDITERRÁNEO

La capital libanesa rompe todos sus lazos con Occidente

, Huelga general y juego macabro de ejecuciones en Beirut Oeste. Una huelga general convocada por todos y cada uno de los partidos y milicias musulmanes en solidaridad con Libia y contra Estados Unidos convirtió ayer Beirut Oeste en algo parecido a una ciudad occidental en domingo de Pascua, sólo que sobre la capital libanesa planeaba la sombra de la muerte. Mientras la mayoría de los últimos residentes occidentales huía de la ciudad a bordo de helicópteros, las organizaciones clandestinas prolibias reivindicaban nuevas ejecuciones de rehenes británicos. Beirut fue en sus tiempos puente entre Oriente y Occidente. Ahora los débiles lazos que aún unían ambos mundos en el lado musulmán de la urbe han sido brutalmente rotos por el ataque norteamericano contra Libia y las represalias antibritánicas que le han seguido.

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A primera hora de la tarde, en la Redacción del diario en árabe An Nahar, un rotativo que se esfuerza en ser independiente en medio de las turbulencias libanesas, apenas había tres personas. La mayoría de los redactores, de confesión cristiana e ideas democráticas e incluso izquierdistas, no había podido cruzar al Oeste desde el Este. Todos los pasos que unen ambos sectores de la capital estuvieron ayer cerrados.

Uno de los periodistas de An Nahar, que tiene su sede en la calle de Harnra, conversaba en tomo a unos cafés con tres colegas europeos, a los que había saludado como supervivientes. "Esto se acabó. Beirut Oeste se ha recúperado en los últimos 11 años de muchas guerras civiles y ocupaciones extranjeras, pero nunca podrá hacerlo en esta crisis entre el mundo árabe y las principales potencias occidentales", decía el periodista libanés, y, dirigiéndose a sus amigos europeos, añadía: "Cuando acaben con todos vosotros, y falta poco, nos llegará nuestro turno".

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