España, cuartel de la Mafia y sede del tráfico de heroína durante 10 años

Cinco artículos publicados los días 29, 30 de noviembre y 1, 2 y 3 de diciembre de 1985 en La Vanguardia fueron presentados por Jordi Bordas y Eduardo Martín de Pozuelo a la tercera edición del Premio Ortega y Gasset. En ellos los periodistas cuentan la batalla ganada por la Justicia italiana a la Cosa Nostra, después que cuatro jueces de Sicilia cerraran un sumario en el que se acusaba a más de 400 mafiosos y que descubría la estructura piramidal de la organización. En este sumario se señala a España como el lugar desde el que operaron los jefes de esta sociedad delictiva.El trabajo no es un mero resumen del sumario, sino el resultado de casi tres años de investigación de los periodistas que pone de manifiesto cómo los grandes traficantes turcos operaban desde una lujosa casa en el Mar Menor, cómo durante 10 años -España ha servido de cuartel general de la Mafia y cómo durante diez años -desde 1976 hasta 1985- sido uno de los eslabones de la cadena de la heroína que empezaba en Tailandia y seguía por Sicilia y España, antes de dar el salto definitivo a Estados Unidos.

La investigación de los periodistas destacaba el papel de Gaetano Badalamenti, don Tano, desde 1971 hasta 1978 que fue uno de las piezas de la troika que gobernaba la Cosa Nostra y explicaba como una llamada telefónica a Chicago permitió su detención en Madrid en abril de 1984 y simultáneamente la de altos dirigentes de la red norteamericana conocida como Pizza conection.

El jurado del III Premio Ortega y Gasset de Periodismo ha tenido en cuenta el esfuerzo investigador, y la viveza narrativa. En la primera edición del galardón fueron premiados los redactores Oscar Raul Cardoso, Ricardo Kirschbaum y Eduardo van der Kooy, de El Clarín de Buenos Aires por un libro sobre la guerra de las Malvinas y que fue publicado el 15 de septiembre de 1983 en la revista argentina La Semana.

El año pasado, el premio fue concedido a Joaquín García Cruz y a José Luis Salanova, de La Verdad de Murcia por las informaciones publicadas en este diario sobre un intento de soborno que provocó una crisis política en el Gobierno autónomo de Murcia que culminó con la dimisión del socialista Hernández Ros como secretario general del partido en la región y presidente de esta comunidad. Igualmente, hubo de dimitir Francisco Serrano, secretario general de finanzas del PSOE murciano y concejal de la ciudad.