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El PCI inicia un camino renovador tras la reelección de Natta como secretario general

Juan Arias

El Partido Comunista Italiano (PCI), apagadas las luces del Palacio de los Deportes de Florencia, casi al alba de ayer, y, tras la reelección de Alessandro Natta como secretario general y la elección del comité central, empieza hoy su nuevo camino como fuerza política "moderna y reformadora dentro de la euroizquierda".Natta dijo en su discurso del domingo: "Ahora tendremos que confrontarnos día por día en nuestro nuevo empeño". Por eso, los observadores políticos comentaban ayer en la Prensa que el profesor Natta -que, según el Corriere della Sera, fue "promovido a catedrático" en el congreso- ha convertido al PCI en un partido laico, es decir, preocupado más por la cotidianidad que por las ideologías.

Los comentarios fueron ayer muy diversos. Hay quienes afirman que ahora ya nadie tiene el derecho "de seguir examinando de democracia" al PCI, que ha entrado de pleno en la Europa democrática. Hay también quienes, como los socialistas y los democristianos, siguen insistiendo en que el congreso ha sido "una gran desilusión", porque el PCI "ha perdido otra ocasión de dar el salto definitivo".

Un dirigente del PCI, leyendo estas críticas en la puerta del hotel de Florencia donde se alojaba con Alessandro Natta, comentó a este corresponsal: "Lo que muchos habrían deseado es que hubiésemos dado el salto mortal del suicidio".

El nuevo comité central

Giaripaolo Pansa, uno de los escritores más brillantes de Italia, afirmó ayer en una entrevista concedida a la televisión estatal, RAI, que ahora precisamente los partidos que más han insistido siempre para que el PCI cambie de piel, se modernice y entre en el juego de las socialdemocracias europeas son los que insisten en que no ha cambiado nada. Porque la novedad del PCI podría crear graves problemas de política interna.Ahora se estudian ya los resultados de la votación del nuevo comité central, órgano supremo del gobierno del partido, y ya aparecen algunas novedades importantes.

Los únicos elegidos por aclamación, sin ningún voto negativo, fueron Natta y Achille Occhetto, confirmándose así que este último, delfín del fallecido ex secretario general Enrico Berlinguer, será ya el número dos del partido y quizá el sucesor de Natta.

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Otra gran novedad es que en el comité central ha entrado el intelectual y escritor Asor Rosa, uno de los personajes de mayor relieve de la inteligencia italiana, que fue uno de los más críticos del congreso; Rosa subrayó la necesidad de que exista en el PCI una verdadera democracia.

En el comité ha entrado Armando Cossutta, el prosoviético y único opositor verdadero en el congreso. Pero se ha quedado fuera todo su equipo y, según algunas versiones, la misma votación de su candidatura pasó por los pelos. Fue también significativo que no obtuvieron unanimidad Giorgio Napolitano y Luciano Lama, y que haya entrado Luciana Castellina, la conciencia crítica del congreso junto con Prieto Ingrao, que también ha quedado dentro.

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