Carlos Solchaga anuncia un largo proceso de liberalización y fuerte ajuste de la economía española

FÉLIX MONTEIRA El Gobierno continuará aplicando durante el período transitorio de adhesión a la Comunidad Europea (CE) una política firme de saneamiento y liberalización de la economia espanola, según afirmó ayer el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, en la inauguración de la XI Asamblea Nacional de las Cámaras de Comercio. El rey Juan Carlos presidió la apertura de esta asamblea, que se celebra en Madrid y que coincide con el centenario del nacimiento de las Cámaras. Los trabajos en pleno y en ponencia de los delegados están por entero dedicados a debatir el papel de "la empresa española ante el reto europeo".

Algunas empresas y sectores españoles, dijo Solchaga, pueden enfrentarse durante el período transitorio de adaptación a la Comunidad (de siete años para la industria y los servicios, y de 10 para la agricultura) con fuertes dificultades derivadas de la mayor competencia exterior sobre nuestros productos. Sin embargo, "no es intención del Gobierno responder a estas situaciones tensas de forma indiscriminada con políticas compensatorias y protectoras". El objetivo, señaló el ministro, sigue siendo "continuar durante este período con una política de saneamiento, especialmente en aquellos sectores que han estado excesivamente protegidos en el pasado".Solchaga definió y jerarquizó los objetivos del Gobierno en tres grandes bloques. En primer lugar, la continuación de una política de fomento del empleo, para lo que es necesario "profundizar en la flexibilidad del mercado laboral y sobre todo, conseguir un mayor crecimiento de la actividad económica".

El segundo de los ejes de la política económica va a ser la reducción del diferencial de inflación con los países comunitarios, con especial hincapié también en la disminución de un déficit público amenazante y en la baja de los tipos de interés para consolidar la reactivación de la inversión.

La terna de prioridades del Gobierno se completa en el mantenimiento de la política de saneamiento, sobre todo del sector públíco, "eliminando las rigideces y el intervencionismo que, en última instancia, sólo revierten en un mayor gasto público".

Competencia exterior

Las intenciones del Gobierno en materia económica fueron resumidas por Solchaga en "mantener una política macroeconómica de actuación sobre la demanda y una política microeconórnica de actuación sobre la oferta que se complementen al máximo".

Este proceso de liberalización y ajuste simultáneos va a verse facilitado, en opinión del ministro, por la apertura de nuestro sector exterior y por la mayor competencia de los productos procedentes de los restantes países comunitarios. La saneada situación de la balanza exterior y el margen de maniobra que proporcionan las reservas de divisas existentes permiten, asimismo, profundizar la flexibilización de los mercados financieros. Se va a proceder, explicó, a una mayor liberalización de la inversión extranjera y del control de cambios para permitir "una mayor competencia exterior".

Estas transformaciones a realizar y las favorables perspectivas en el comercio internacional en el marco de la OCDE hacen prioritaria para el Gobierno la necesidad de impulsar las exportaciones, verdadero factor del crecimiento en el futuro.

La reducción de trabas a las importaciones va a mejorar la competencia de nuestras ventas al exterior, convirtiendo en más atractivos los precios, puesto que en estos momentos los componentes importados de los productos que vendemos fuera representan ya un 25% del valor total.

Consenso exportador

El ministro puso como ejemplo el plan de fomento a la exportación, que se encuentra muy avanzado y que va a ser discutido y consensuado con los representantes empresariales. Por último, Solchaga destacó la labor de las cámaras en esta nueva etapa, que han de contribuir a informar y formar nuevos empresarios.

El vicepresidente segundo de la Comunidad Europea y comisario de Comercio Interior, Karl-Heinz Narjes, destacó el papel a jugar por España en la construcción del mercado interior europeo y en el desarrollo de una Comunidad Europea de la tecnología.

El presidente de las Cámaras de Comercio, Adrián Piera, en su discurso de presentación, hizo un resumen histórico del protagonismo en el último siglo de la economía española de unas instituciones como las Cámaras, en las que la democracia viene a ser lo que el oxígeno para los seres vivos". Señaló, asimismo, la feliz coincidencia de que el rey Juan Carlos presidiera esta asamblea del centenario, cuando fue su bisabuela, la reina regente doña María Cristina, quien estampó su firma, hace justamente 100 años, en el decreto creador de las Cámaras de Comercio, Industria y Navegación.

Los trabajos de la asamblea, que concluirá hoy, están dedicados a analizar el impacto que el ingreso en la Comunidad va a tener para la empresa y la economía españolas. Los cambios en fiscalidad, liberalización de capitales y derecho de competencia, así como las políticas de la CE son objeto de debate en mesas redondas. También ayer el pleno de delegados fue informado de las experiencias de tres empresas (el ejemplo español correspondió a ERT) que han sabido utilizar la dimensión comunitaria para rediseñar su futuro.