Cuevas afirma que el déficit demuestra el "estrepitoso fracaso" del Gobierno

Los datos de la ejecución de los Presupuestos de 1985, presentados el pasado lunes por Carlos Solchaga, "es el balance de un estrepitoso fracaso en el principal instrumento de política económica", según manifestó ayer José María Cuevas, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) en la asamblea general de esta organización. El Gobierno, según sus palabras, ha fracasado en la contención del déficit y del paro, y en el Acuerdo Económico y Social (AES).

José María Cuevas manifestó ante la asamblea general de la CEOE celebrada ayer en Madrid que, por primera vez en la historia, "los que perciben algún tipo de remuneración del Estado han llegado a ser más numerosos que el conjunto de trabajadores y empresarios". El presidente de la organización patronal, que empezó reconociendo que se vivía un "momento optimista", advirtió que esta situación podía no ser otra cosa que un espejismo si empeoraban el precio del petróleo, los tipos de interés o la inflación.José María Cuevas calificó de "balance de un estrepitoso fracaso" los datos de ejecución presupuestaria de 1985, presentados por el Ministro de Economía, Carlos Solchaga, el pasado lunes. Fracaso "que se resume en el aumento de la presión fiscal y desviación al alza en déficit público". "Si las políticas económicas instrumentadas por los últimos Gobiernos", manifestó, "han tenido éxito en cuanto a objetivos como la estabilidad de precios o el saneamiento de la balanza de pagos, han sido en cambio muy ineficaces a la hora de reducir el gasto público y el correspondiente desequilibrio presupuestario".

Las necesidades de financiación de todo el sector público se situaron en los 2,35 billones de pesetas, afirmó Cuevas, que mostró su convencimiento de que era indispensable la reforma del sector público -que calificó de asignatura pendiente- en sus tres elementos de ingresos: fiscalidad, contención del gasto corriente y viabilidad de las empresas públicas.

Necesidades financieras

Las necesidades financieras del Estado han provocado, según Cuevas, una elevación de impuestos, déficit presupuestario y necesidad de financiarlo y "ha tenido el efecto de reducir año tras año el capítulo de inversiones públicas". Todo ello se ha traducido en una menor disponibilidad de dinero y un aumento de los tipos de interés para el sector privado.De sus críticas no salvó ni la ligera recuperación del empleo. Porque, si bien reconoció que 1985 "ha sido un año menos malo que los anteriores", especificó que el "Estado y sus gestores no teniendo la voluntad política de crear empleo por la vía correcta, es decir, liberalizando el mercado de trabajo y reduciendo los costes sociales, recurre al subterfugio de incrementar el número de funcionarios".

José María Cuevas aseguró que haber aumentado la nómina del Estado con 134.000 funcionarios no es una buena noticia, aunque así se pretende exhibir", y afirmó que, de seguir así habrá dos Españas: una que paga y otra que cobra. Y en este sentido dió el dato de que "entre funcionarios, pensionistas, perceptores de desempleo y empleados del sector público se ha sobrepasado ya la cifra de nueve millones. Los que perciben algún tipo de remuneración del Estado", argumentó, "han llegado a ser, por primera vez, más numerosos que el conjunto de empresarios y trabajadores".

En el rosario de "estrepitosos fracasos" incluyó el AES -"magnífica oportunidad perdida"- sobre todo en su vertiente de instrumento para reformar la Seguridad Social, adecuar la legislación laboral a la comunitaria y servir de foro para el diálogo y la concertación.

Cuevas hizo contínuas referencias a la necesidad de flexibilizar el mercado de trabajo como fórmula para generar empleo, y puso como ejemplo que la flexibilidad de contratación se había traducido en un incremento del 250% en nuevos contratos.

No a la reducción de jornada

Rechazó la reducción de jornada como elemento para la creación de empleo y defendió, por el contrario, la movilidad funcional y geográfica, la reducción de los costes salariales, especialmente los de la Seguridad Social -afirmó que la cotización de las empresas españolas está 20 puntos por encima de la de las empresas comunitarias- y "la extinción de la relación laboral en tiempo y con costes adecuados, que evitaría a su vez el hundimiento de empresas y plantillas enteras".La asamblea general de la CEOE aprobó el nombramiento de un nuevo vicepresidente, Fernando Fernández Tapia, presidente de CEIM, y de Pedro Agramunt como nuevo miembro de la junta directiva. También se incorporan a dicha junta Miguel Andía y Manuel Vidal García, que sustituyen a Santiago Fraderas y Ángel Altés.