Continúa el conflicto en la 'ikastola' Toki Eder, de Vitoria

La continuación de la huelga del profesorado de la escuela Toki Eder impidió ayer, tras las vacaciones de Semana Santa, la reanudación de las clases en esta ikastola, la única de modelo D (enseñanza totalmente en euskera) de Vitoria. La huelga de los profesores se inició a finales de febrero (ver EL PAÍS del pasado domingo), en protesta por la actitud de un grupo de padres que, por considerar al claustro no integrado en el proyecto pedagógico de la ikastola, solicitó que abandonaran el centro. A partir de ese momento, padres afines y opuestos a la línea educativa del profesorado han protagonizado diversos actos violentos.Antes de iniciarse el período vacacional, uno de los dos grupos de padres optó por abandonar en bloque el edificio de la ikastola y llevar a sus hijos al local antiguamente ocupado por la comandancia de obras de Vitoria. A estos niños les dan clase los profesores huelguistas, en prueba de que su deseo es trabajar, pero no en las condiciones de violencia que, según sus denuncias, soportaron en Toki Eder.

Desde que se inició el conflicto han sido los padres los que han ocupado en la ikastola las horas lectivas, programando una serie de entretenimientos que, en opinión del claustro, pueden equipararse a clases o que, según los padres, sólo son actividades alternativas para no perder el tiempo. El director del colegio es el único miembro del claustro de profesores que apoyó la actitud de los padres que ocuparon el centro.

A lo largo del día de ayer la situación se mantuvo estacionaria en ambos centros, tanto en el de la ikastola como en el de la comandancia de obras, donde los padres han abierto una prematrícula de inscripción. Los profesores publicaron ayer en la Prensa local un escrito en el que afirman que no volverán a Toki Eder mientras se mantenga la actual situación.

El Gobierno vasco, al que pertenece el centro, ha designado un árbitro para que modere el conflicto y, a través de publicidad insertada en los medios de comunicación, ha abogado por una salida de los padres del centro para evitar enfrentamientos.