La peseta mantendrá su paridad, según Carlos Solchaga

La peseta no sufrirá modificación tras el ajuste monetario decidido ayer por los ministros de Finanzas de la CE, declaró el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, a su vuelta a Madrid. El ministro señaló que "no es de esperar en modo alguno una depreciación de la peseta y que, en todo caso, si la peseta se desvía algo respecto a las monedas europeas será ligeramente al alza".El Gobierno, a través del Banco de España, explicitará hoy, lunes, su posición ante el realineamiento de las ocho divisas integradas en el Sistema Monetario Europeo (SME) cuando establezca el cambio oficial en el mercado de Madrid. Los expertos consideran que la peseta mantendrá una posición intermedia, revaluándose un 3% respecto al franco francés y perdiendo ese mismo porcentaje en su tipo de cambio frente al marco alemán y el resto de monedas que se han revaluado. La economía española, al no tener integrada su divisa en el Sistema Monetario Europeo, puede intentar mantener esta posición corrigiendo en días sucesivos la paridad hasta encontrar su punto de equilibrio.

Los representantes españoles que asistieron a la reunión de los ministros de Finanzas de la Comunidad Europea (CE) mostraron su satisfacción ante el acuerdo alcanzado entre los miembros del SME que les permite no tener que modificar, en principio, su actual situación.

La ausencia de una devaluación elevada del franco francés respecto a la mayoría de las monedas europeas y la oposición de los responsables de la República Federal de Alemania a cargar con más del 50% del ajuste decidido suponen un respiro para la pretensión española de forzar a la baja la tasa de inflación española utilizando, entre otras, la vía de un cierto fortalecimiento de la peseta y, por tanto, de la reducción de la inflación importada.

La posición intermedia de la peseta, como la de la mayoría de las monedas integradas en el SME, supone que la economía española no pierde competitividad respecto a países como Italia y Bélgica y que la mejora frente a naciones con las que la tasa de cobertura -porcentaje de las importaciones cubierto con los ingresos de las exportaciones- es más desfavorable, como la República Federal de Alemania y Holanda. Al tiempo, la devaluación del franco francés supondrá una mayor competitividad de los productos franceses y un encarecimiento de los que España exporta hacia Francia.

El país vecino adquiere el 16% del total de las exportaciones españolas, siendo el principal cliente de los países miembros de la CE. Pero, al tiempo, hay que recordar que el saldo comercial es muy positivo para España. La tasa de cobertura del comercio exterior hispano-francés es del 120% -el valor de lo vendido a Francia supera en un 20% a lo que se compra-, lo que representa un claro respiro para que la pequeña devaluación decidida no afecte de forma sustancial a estos intercambios.