Israel apoya sin reservas la actitud norteamericana
VICTOR CYGIELMAN Israel aprueba la intervención militar norteamericana en el golfo de Sidra, pero cree que Estados Unidos no está dípuesto a ir hasta el final, y que, por ello, Muaminar el Gaddafi puede salir políticamente reforzado de la crisis. La mayoría de los analistas pone en tela de juicio la sabiduria de la iniciativa de Estados Unidos.
Simón Peres, primer ministro, e Isaac Shamir, ministro de Asuntos Exteriores, respectivamente, aprueban sin reservas la deeisión norteamericana de "defender la libertad de navegación por el Mediterráneo" y se alegran de esta operación "dirigida contra la Libia de Gaddafi, punta de lanza del terrorismo internacional".
Moscú, advertido previamente por Washington, pidió a Gaddafi que se olvidara de la línea de la muerte y no ha hecho nada por impedir, ni militar ni diplomáticamente, la operación norteamericana, basada tanto en la cuestión de las aguas territoriales como en el afán de poner coto a las acciones terroristas dirigidas contra ciudadanos de Estados Unidos.
La expedicilon de la VI Flota no parece pretender asestar un golpe definitivo a Gaddafi, lo que permitirá al coronel libio -herido en su orgullo, pero no sometido- rehacer, la unidad árabe en torno a su país y hacerse aplaudir por unas masas enfervorizadas, ante las que se, presentará como el que ha mantenido la cabeza alta ante la superpotencia.
Los analistas israelíes creen que Egipto teme que Gaddafi, enemigo mortal del régimen de Hosni Mubarak, se cubra de gloria y salga políticamente muy reforzado no sólo en Libia, sino también en el mundo árabe.
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