El alcalde de Torrelodones niega que se esté degradando el medio ambiente

El alcalde de Torrelodones, el independiente Serapio Calvo, niega rotundamente, en un escrito dirigido a la opinión pública, las acusaciones vertidas por la Coordinadora Madrileña ole Defensa de la Naturaleza (EL PAÍS del 12 de marzo), relativas; a que las normas subsidiarias de la localidad, recientemente aprobadas por la Comunidad de Madrid, influyan negativamente en el medio ambiente del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares.Serapio Calvo niega asimismo acusaciones concretas referidas a que el Ayuntamiento haya cedido suelo a. las urbanizadoras o haya permitido la extracción ilegal de áridos. El alcalde negó que se hubiera producido ninguna cesión de suelo y, puntualizó que los ecologistas habían confundido con una presunta extracción de áridos los movimientos de tierra necesarios para acondicionar unos terrenos como zona verde.

El alcalde, en un extenso escrito dirigido a la opinión pública, afirma que las nuevas normas subsidiarias de planeamiento del municipio se han realizados, a través de convenios urbanísticos con los propietarios de suelo, y se ha conseguido la cesión de 816.000 metros cuadrados de terreno, así como reducir a la mitad el número de viviendas y de habitantes previstos en las normas antiguas. El planeamient0 municipal, dice el escrito, se ha ajustado estrictamente a lo señalado en el plan del Parque Regional del Manzanares, restringiendo al máximo las zonas edificables colindantes con el parque y propugnando la existencia de áreas de transición entre las futuras viviendas y aquél. "Este Ayuntamiento", dice el escrito, "es poco sospechoso de querer degradar el suelo".

El pasado domingo, unas 100 personas, vecinos del pueblo, se manifestaron contra el proyecto municipal de, pavimentar el popular paseo de las Moreras. Simultáneamente, unos 70 ecologistas se concentraron en el barrio de la Estación, donde vive el alcalde. Según un portavoz de los ecologistas, hubo momentos de fuerte tensión, incluso conatos de agresión física, ocurridos cuando dos concejales y el propio alcalde se encontraron con los manifestantes. Aunque el alcalde mantuvo una actitud dialogante, los concejales se mostraron muy agresivos.