Charles Pasqua, un devoto del "jefe", en Interior
Para imaginar, políticamente, a Charles Victor Pasqua, de 58 años, el nuevo ministro francés del Interior, hay que pensar en el papel que desempeña Alfonso Guerra en el PSOE. Naturalmente, en el plano de la vida político-cultural francesa.Pasqua nació en una localidad del sur francés, Grasse. Senador y presidente del grupo gaullista en el Senado, ha sido director de empresas, está casado, tiene un hijo, estudió Derecho, pero no procede de las llamadas grandes escuelas, de donde suelen salir los altos funcionarios.
Fue elegido diputado gaullista por primera vez en 1968, cuando, tras la revolución estudiantil se celebraron los comicios del miedo, que llevaron al Parlamento a un aluvión de políticos que conformaron la más amplia mayoría conservadora-liberal de la historia de la V República.
Pero Pasqua, antes que otra cosa, se lo ha jugado todo al chiraquismo. Es uno de esos hombres devotos del jefe. Él es quien, desaparecido Pompidou, organizó al lado de Chirac, dos años más tarde, la creación y desarrollo de la Asamblea para la República (RPR), el movimiento neogaullista confeccionado a la medida de Chirac.
Pasqua será el interlocutor español cuando se aborden, entre otros, los problemas concernientes a los etarras refugiados en el sur de Francia. No es posible precisar cuáles son las intenciones de la nueva Administración francesa en este punto; pero ni Pasqua ni Chirac son niños de primera comunión; y gentes muy cercanas a ellos, como el alcalde de Biarritz, Bernard Marie, jamás han entendido como política la lucha de ETA Militar.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.