Chirac gobernara por decreto durante los primeros meses
Jacques Chirac, que fue nombrado ayer oficialmente primer ministro de Francia, anunció que solicitará permiso inmediatamente a la Asamblea Nacional para gobernar en los próximos meses por decreto-ley y poner en marcha una serie de medidas "relacionadas con la situación económica, la participaoción de los trabajadores y la privatización de sociedades nacionalizadas del sector competitivo". Igualmente restablecerá el sistema electoral mayoritario, suprimido por los socialistas.El anuncio de la composición del nuevo Gobierno coincidió con la explosión de una bomba en unas galerías comerciales de los Campos Elíseos, de París, que provocó al. menos dos muertos y 28 heridos, 10 de ellos graves. Chirac visitó el lugar del atentado.
El nuevo primer ministro realizó una solemne declaración para explicar cuáles son los términos del contrato establecido con el presidente Mitterrand para llevar adelante la cohabitación. "El presidente y yo hemos evocado lo que deben. ser las modalidades de funcionamiento de los poderes públicos en una situación inédita en la V República, pero prevista en nuestra, Constitución, y que conviene, pues asumir"
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La composición del nuevo Gobierno francés muestra, La voluntad de "cohabitación" entre Chirac y mitterrand
Viene de la primera página"Francia" , dijo el nuevo primer ministro francés, Jacques Chirac, "debe ser gobernada con claridad y eficacia. Antes que nada se deben respetar las reglas de la Constitución y la voluntad del pueblo francés".
Jacques Chirac, de 53 años, aseguró que "las prerrogativas y competencias del presidente de la República, tal y corno están definidas en la Constitución", son intocables, y, que el Gobierno, dirigido por el primer ministro, y en virtud del artículo 20 de la Carta Magna, "determinará y conducirá la política de la nación".
Según el nuevo primer ministro, ha quedado claro que el Gobierno "cuenta con todos los medios previstos en la Constitución para realizar su política". Corno prueba de ello, Chirac someterá a la Asamblea este mismo mes dos leyes "de habilitación" que le permitirán legislar por decreto-ley en materias económicas y sociales, incluida la privatización. Estas medidas, según él, permitirán una expansión prudente y la mejora del mercado de empleo. Jacques Chirac, terminó su alocución, radiotelevisada, con un llamamiento a la unión: "Ha llegado el momento de que estemos juntos, con un espíritu de apertura y tolerancia mutua, para lograr la indispensable renovación de nuestro país".
La primera declaración de Jacques Chirac corno jefe del Gobierno es de importancia capital en la forma, por lo solemne: y decidida, y en el fondo, porque descubre claramente que el nuevo Gobierno conservador-liberal está dispuesto a poner en práctica rápidamente lo esencial, o más espectacular, de su programa electoral. Y a largo plazo, es más de subrayar aún el visto bueno de Mitterrand a unas medidas que en su día fueron simbólicas de la. izquierda, y que hoy, al ser abolidas, aparecen como símbolo de la cohabitación entre las dos fuerzas ayer enemigas y hoy decididas a coexistir como adversarios políticos normales.
En efecto, legislar por decreto ley es un derecho del primer ministro, pero el presidente tiene que firmar necesariamente esos decretos, y puede demorar su firma eternamente. Es posible pensar, en consecuencia, que Mitterrand se acomoda a la desnacionalización de ciertas empresas que en 1981 incluyó él en el sector público: la banca, o parte, y también algunos de los grandes grupos industriales nacionalizados podrían retornar al sector privado.
De hecho, Mitterrand (y no precisamente una buena parte de los socialistas), por métodos indirectos, ya había comenzado el proceso de desnacionalización, en parte al menos. Según el programa de la nueva mayoría, de los tres canales estatales de televisión, dos de ellos también serían vendidos al mejor postor.
La ley electoral mayoritaria
El segundo decreto-ley no es menos trascendental, ya que afecta a lo que ha constituido uno de los pilares de la estabilidad de la V República. Se trata del restablecimiento de la ley electoral mayoritaria, que Mitterrand suprimió para no perder estas elecciones de manera estrepitosa.
La jugarreta del presidente ha sido señalada como el inicio de una nueva República, que no sería absolutamente la sexta, pero que dejaría de ser la quinta que fundó Charles de Gaulle, en 1958. La vuelta a la regla electoral mayoritaria es el primer regate de Chirac a las eventuales intenciones de Mitterrand que, de momento, da pruebas de que la coexistencia pacífica le sigue interesando.
Naturalmente el juego acaba de empezar, y no hay que olvidar nunca que Chirac y Mitterrand, además de vivir por el interés superior de la patria, juegan, el primero a ser presidente y el segundo a continuar siéndolo.
El Gobierno anunciado ayer refleja igualmente la voluntad cohabitacionista del presidente de la República y del primer ministro. Las carteras de Asuntos Exteriores y de Defensa, especialmente sensibles para Mitterrand, han sido confiadas a dos tecnócratas, el embajador de Francia en Moscú, Jean-Bemard Raimond, y un especialista en temas de energía, André Giraud.
Chirac, que había propuesto inicialmente a Jean Lecanuet (presidente de la Unión para la Democracia Francesa, UDF) y a Frangois Léotard (presidente del Partido Republicano), se acomodó sin mayores problemas a las exigencias del Elíseo.
El área económica queda, sin embargo, completamente en manos del partido de Chirac, el RPR. El Ministerio de Economía y Finanzas pasa a llamarse también "y de Privatización" y ha sido confiado al principal consejero del primer ministro, Edouárd Balladur, quien contará además con tres ministros delegados, tres cachorros del RPR entusiastas del neoliberalismo: Alain Juppé, Michel Noir y Camille Cabanna. Léotard, que es uno de los jóvenes políticos franceses más populares, aceptó finalmente la cartera de Cultura, en la que sustituirá a Jack Lang, niño mimado de Mitterrand. El ministerio comprenderá ahora también las comunicaciones.
Un problema para España
Uno de los nombramientos más inesperados es el de François Guillaume como ministro de Agricultura. Guillaume era hasta ahora presidente de la Federación Nacional de Sindicatos Agrícolas y Ganaderos, puesto desde el que protagonizó una dura batalla contra la adhesión de España a la Comunidad Europea.
Una vez producida la ampliación de la CE, Guillaume declaró que no estaba de acuerdo con las condiciones pactadas y que haría todo lo posible por ampliar los periodos transitorios negociados con España. El primer Gobierno de Cohabitación refleja un delicado equilibrio entre el RPR y la UDF.
Jacques Chirac ha querido que todas las familias políticas que componen la coalición liberal-conservadora estén representadas en el nuevo Gabinete ministerial, tal vez porque es consciente del mínimo margen de maniobra de que dispone en la nueva Asamblea Nacional (Parlamento).
La única ausencia notable es la del ex presidente Valéry Giscard d'Estaing, quien durante la campaña electoral se había declarado dispuesto a participar en el Gobierno.
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