El último adios a Palme fue un llamamiento a la paz mundial
La ceremonia fúnebre en memoria de Olof Palme celebrada ayer por la tarde en el Ayuntamiento de Estocolmo se convirtió en un llamamiento al mundo para que avance, por el camino abierto por el que fuera primer ministro sueco, hacia la paz, la justicia y el desarme. "Convoco a los líderes del mundo, a los aquí presentes y a los que están con nosotros en espíritu a seguir su llamada, enarbolar su bandera y continuar su lucha por un mundo en el que las generaciones futuras puedan vivir con confianza y dignidad" dijo Javier Pérez de Cuéllar, secretario general de las Naciones Unidas.
En medio de una intensa emoción y una extraordinaria y solemnísima puesta en escena, con presencia de 1.500 invitados de todo el mundo, nueve oradores glosaron con pesar y esperanza la figura del asesinado primer ministro sueco, a quien todos se refirieron como adalid de la paz, la justicia y el desarme y como defensor de los desprotegidos y explotados de todo el mundo.Quien menos lírico y más pragmático se mostró fue el primer ministro indio, Rajiv Gandhi, quien hablaba en su condición de líder de los no alineados y copartícipe, junto con Palme, en la llamada Iniciativa de Paz de los Cinco Continentes, que tiene por objetivo detener todas las pruebas, producción y desarrollo de nuevas armas nucleares. "Todas las naciones -no sólo las que se han armado con estas horrendas armas, sino todos nosotros- tenemos el deber de exigir que las armas de destrucción masiva sean ilegalizadas", dijo Gandhi.
Palme, calificado de "quintaesencia de la paz" por Pérez de Cuéllar, recibió un apasionado y personal homenaje de su sucesor y estrecho colaborador durante muchos años, Ingrvar Carlsson, para quien "Suecia nunca volverá a ser la misma". Carlsson señaló que los suecos han perdido su principal portavoz de la democracia, la solidaridad y la paz", pero insistió en que "hay un apoyo general en nuestro país a estos valores" y se comprometió a continuar el trabajo desarrollado por Palme.
El propio rey, Carlos Gustavo XVI, expresó su esperanza de que "la lucha por la paz y la libertad a la que Olof Palme se entregó con tanto entusiasmo va a continuar y llevar a un mundo mejor".
Willy Brandt, presidente de la Internacional Socialista (IS), cerró el turno de los oradores. "La IS intentará continuar donde nuestro vicepresidente Olof Palme fue obligado a abandonar", manifestó.
Brandt tiene previsto hacer público hoy un denominado Llamamiento de Estocolmo, surgido el viernes de la cena de los líderes socialistas de todo el mundo. La IS se compromete en él a mantener vivo el espíritu de Palme en favor de la paz y lanza "una condena contra el terrorismo internacional como mejor homenaje que se puede hacer" al líder desaparecido, según uno de los presentes en esa reunión.
Las exequias civiles se desarrollaron en el llamado Salón Azul de¡ Ayuntamiento de Estocolmo. En el mismo lugar en que cada mes de diciembre se celebra la cena en honor de los premios Nobel, los presentes escucharon a los oradores, que hablaban desde un podio a cuyo pie se hallaba un féretro blanco cubierto de rosas rojas con el cuerpo de Palme. Un momento especialmente emocionante fue la intervención de la cantante islandesa Arja Saijonmaa, que cantó con dulcísima voz la canción de Violeta Parra Gracias a la vida dirigiéndose en ocasiones al féretro.
La ceremonia de la inhumación fue estrictamente familiar. En ella el actual obispo de Estocolmo, Krister Stendahl, leyó la primera epístola de San Pablo a los corintios y el anterior obispo, Lars Carlzon, pronunció una oración fúnebre.
[En la tarde de ayer se celebró en el Centro Cultural de la Villa de Madrid un homenaje a Palme al que asistieron, entre otros, el embajador de Suecia en España, Carl George Cafoord; el presidente de la Comunidad Autónoma de Madrid, Joaquín Leguina; el secretario general de UGT, Nicolás Redondo, y el abogado José María Mohedano. El acto fue organizado por el Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad.]
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