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El plan de viabilidad de Bazán prevé una reducción de plantilla de más de 4.000 trabajadores

El presidente de la Empresa Nacional Bazán, Jorge Mercader, aseguró ayer, en el transcurso de una conferencia de prensa, que el plan de viabilidad de la empresa prevé "un objetivo de reducción de plantilla, de forma no traumática, que afectará a 4.133 trabajadores sobre los 13.364 que componen la plantilla actual".

La reducción prevista de la plantilla no se llevará a cabo, sin embargo, en el transcurso de los cuatro años de vigencia de dicho plan, ya que las estimaciones realizadas cifran la plantilla al finalizar 1989, último año, del plan, en 11.907 trabajadores, es decir, 2.676 más de los teóricamente adecuados a los niveles de producción.Este excedente laboral será asumido, según el presidente de Bazán, tras la aplicación del plan de jubilaciones anticipadas para los trabajadores mayores de 62 años -podría afectar a unos 1.200-, un programa de reclasificación laboral, versatilidad de la plantilla para atender los puntos de trabajo y la negociación de bajas incentivadas, que todavía están sin cuantificar. Para el excedente restante, tras aplicar estas medidas, el tratamiento previsto será el de aplicar regulaciones temporales de empleo.

Jorge Mercader, que insistió a lo largo de la conferencia de prensa -que, por cierto, estuvo rodeada de fuertes medidas de seguridad, con guardias jurados dentro de la sala en el hotel madrileño donde se celebró- en el carácter "no traumático de los objetivos", no pudo cuantificar la mayor parte de los aspectos del citado plan de viabilidad debido, según aseguró, a "problemas surgidos con el comité intercentros que habían impedido la discusión del plan con ellos". Mercader no pudo cuantificar el coste financiero del plan, adelantando tan sólo en el plano industrial que Bazán invertirá unos 5.000 millones de pesetas en unos 26 proyectos de investigación y desarrollo, y unos 6.000 millones, en mejora de la competitividad.

Mercader, que aseguró que en cualquier caso se trata de un plan abierto, concretó una empresa en el horizonte de 1989 cuya facturación rondaría los 56.000 millones de pesetas (constantes), de los que entre un 11 % y un 12% corresponderían a exportaciones, unos beneficios de unos 2.000 millones de pesetas (corrientes), una plantilla de 9.231 trabajadores -de los que un 41% se ocuparía de reparaciones- y una capacidad de producción equivalente a 7.800 horas por hombre y año. El presidente de Bazán apuntó, a nivel filosófico, otros objetivos del plan, como la diversificación y especialización en la producción, una mayor internacionalización en los aspectos comerciales de la empresa y una mayor descentralización de la gestión.

Representantes del comité intercentros, que se encontraban en un hotel anejo al que se celebraba la conferencia de prensa, valoraron negativamente el contenido del plan de la empresa. Para los sindicatos, el plan pretende justificar únicamente la necesidad de reducir la plantilla.

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